La junta directiva de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) acordó ayer por la tarde desconvocar la asamblea general electoral prevista para este viernes y, además, encargar la reforma de sus estatutos para intentar desencallar la situación de desgobierno. De esta forma, la patronal formará un grupo de trabajo de unas días personas formada por las confederaciones provinciales y asociaciones sectoriales para redactar el borrador de nuevos estatutos que favorezca su gobernanza. Según las fuentes consultadas, el objetivo es que esta reforma se logre "cuanto antes" para que, "como muy tarde en septiembre", estén sentadas las bases de los nuevos estatutos.

Estas medidas adoptadas por la patronal han sido tomadas después de que el plazo de inscripción de candidaturas concluyese el pasado viernes sin que ningún aspirante se presentase. Esto dio como resultado una situación "inédita" que en cualquier caso no está contemplada en sus estatutos actuales. "Este grupo de trabajo servirá también para medir el consenso" dentro de la patronal, explicó a FARO el presidente de la confederación pontevedresa, Jorge Cebreiros. Y es que tras el trabajo de este grupo las propuestas tendrán que ser votadas en asamblea y para pasar el corte deberán contar con un 75% de los apoyos. "A partir de ahí se convocarían las elecciones", añade Cebreiros.

Para el ourensano Antonio Dieter Moure, expresidente de la patronal y una de las víctimas del cisma interno -aguantó solo nueve meses en el cargo-, la reforma de los estatutos "facilitaría que la situación se desencalle" y "eue el día de mañana vuelva a haber una presidente" en la patronal. "La idea es que se lleva a cabo cuanto antes y siempre con espíritu constructivo", apuntó.

Está previsto que el grupo de trabajo comience sus tareas este mismo viernes.

Desde la marcha del vigués José Manuel Fernández Alvariño en noviembre de 2015 (fue el único candidato en julio de 2013, cuando se fue Fontenla, pero su mandato estuvo marcado por una oposición interna que denunciaba supuestas irregularidades en su gestión), han dimitido tanto Dieter Moure (en octubre de 2016) como el coruñés Arias.

Este último aguantó en el puesto algo más de un año, pero su periodo estuvo marcado igualmente por las luchas entre sectores, toda vez que las confederaciones de Ourense y Pontevedra le acusaban de un "pecado original": Arias presentó su candidatura a pocos minutos del cierre del plazo y lo hizo vinculado al apoyo de las provinciales de A Coruña (que dirige Fontenla desde hace más de 20 años) y Lugo (a cuyo frente está Jaime López).

Esto fue interpretado por el presidente en Pontevedra, Jorge Cebreiros, y por el propio Pérez Canal, como una deslealtad al compromiso de consensuar un nombre para dirigir la CEG. En esta ocasión, no hubo sorpresa de última hora y el plazo ha expirado sin que nadie diese un paso al frente, por lo que la junta directiva de la patronal ha decidido desconvocar la asamblea electoral del próximo viernes.