La naviera francesa CMA-CGM, "número tres mundial" en el transporte de contenedores por barco, anunció ayer que abandona su negocio con Irán debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos por el programa nuclear de Teherán, como ya han hecho otras grandes compañías de Francia ante las medidas de castigo que podría imponerles Washington. El presidente de la naviera, Rodolphe Saadé, explicó que la decisión se tomó "a causa de la Administración [estadounidense de Donald] Trump". La empresa, un gigante del sector, cuenta con una oficina en la calle Colón de Vigo.