De la mítica Fuerzas Eléctricas del Noroeste, popularmente conocida como Fenosa desde el momento de su fundación en agosto de 1943 por parte de Pedro Barrié de la Maza y su Banco Pastor para reunir las centrales energéticas que tenía en explotación, apenas queda el sueño de hacer de Galicia un territorio fértil en producción de electricidad. Y, por supuesto, los activos que la compañía fue engullendo a medida que se hacía grande. Primero llegó la integración en 1982 de Unión Eléctrica con la que Madrid se convirtió en la segunda gran plaza de la compañía gallega. Y luego la expansión internacional con negocios en Uruguay y la construcción de la nuclear de Trillo.

La historia de la antigua Fenosa es también la crónica del desarrollo de las redes de telecomunicaciones en España -llegó a estar en el capital de Airtel-, del sector de consultoría con Soluziona y, por supuesto, del impulso al negocio del gas, en compañía de la italiana Eni y con la planta egipcia de Damietta que tantos quebraderos dio después.

Unión Fenosa estaba presente en 15 países y era la tercera eléctrica española cuando su primer accionista en septiembre de 2005, el Santander (22,07% del capital) decidió a última hora vender su participación a ACS y dar la espalda a la oferta de un grupo de empresarios gallegos encabezados por Amancio Ortega para lo que en aquel momento se promocionó como la "regalleguización" de la empresa. No pasaron tres años hasta que el grupo capitaneado por Florentino Pérez decidió desinvertir y vendió la energética a Gas Natural.

Desde entonces la compañía mantenía el apellido heredado de Galicia. Pero ahora Gas Natural Fenosa quiere ser otra empresa. Más sencilla, más innovadora, más renovable. Y con marca nueva, Naturgy, para vestir "la transformación". "Queríamos un nombre que, de alguna forma, demostrara nuestra aspiración internacional, un logo digitable, un nombre corto y que nos conozcan como una marca energética que no solo trabaja con gas natural", justificó el principal ejecutivo del grupo. La nueva imagen comercial "sirve de palanca de apoyo a la transformación", según Francisco Reynés, que incluso asegura la importancia de que se haga "énfasis" con el medio ambiente.