El quebradero de cabeza del sistema público de pensiones en España no viene solo por el galopante envejecimiento de la población. Sí, hay cada vez más mayores, pero también menos población activa -personas en edad de trabajar y en disposición de hacerlo- y la aportación de los afiliados a la Seguridad Social, hasta ahora la principal fuente de financiación, se resiste a despegar en plena recuperación del mercado laboral por la merma de las cuotas por la temporalidad de los contratos y la congelación salarial. Y todo eso ocurre cuando más se necesita llenar las arcas del organismo porque el coste por cada beneficiario no tiene nada que ver con hace 20 años, ni quiera con una década atrás. Entre lo que cobran los nuevos jubilados y los que causan baja por fallecimiento en Galicia hay una diferencia de 370 euros. Solo la crisis y el problema todavía pendiente de resolver con el paro de larga duración y en las edades más altas frenaron ese progresivo aumento de la cuantía de las nuevas jubilaciones, que acaban de registrar la mayor caída de los últimos 14 meses.

La propuesta de la anterior ministra de Trabajo, Fátima Báñez, para que los trabajadores que pasan a recibir una pensión puedan calcularla con los mejores años de su vida laboral respondía, precisamente, a ese atolladero en el que se ven muchos gallegos a punto de cumplir los 65 años. Hay casi 20.000 desempleados en la región que llevan más de un año a la espera de una oportunidad laboral. Un auténtico resbalón para su periodo de cotización y, por tanto, para su nómina de retirado.

La cuantía media de las jubilaciones dadas de alta en abril en Galicia se situó en 1.145,3 euros, un 2,4% por debajo del mismo mes de 2017 (1.174 euros), según los últimos datos publicados por la Seguridad Social. Desde febrero de 2017 no se registraba en la comunidad una bajada tan abultada en el importe de los nuevos retiros.

En el conjunto del Estado el recorte alcanza el 1,6%. Hay territorios con desplomes muy notables: casi un 10% menos en Baleares y por encima del 5% en Murcia y Navarra.

A 1 de junio, como recogen los datos actualizados ayer por el Ministerio de Empleo, el gasto en pensiones en España alcanzó por primera vez en la historia los 9.000 millones de euros. Hay 9.613.641 prestaciones en vigor. Crecen más en desembolso, un 3%, que en número, 1,13%.

Que se trata de un desafío ya no solo de determinadas zonas con especial incidencia del llamado invierno demográfico como Galicia queda claro. Mientras en la comunidad se abonan un 0,4% de prestaciones más que hace un año (761.063), el aumento en Madrid, por ejemplo, llega al 1,9% y al 2,7% en Canarias.

La cuantía en Galicia -la media tanto de las nuevas como de las que se estaban pagando- ronda los 793 euros. Como es habitual, solo Extremadura soporta una pensión más baja (777,5 euros), aunque Galicia se coloca a la cabeza junto a La Rioja y Baleares en el aumento en comparación con el inicio de junio de 20117: un 2,1%.

Eso ha hecho también que el número de pensiones con derecho a complemento por su baja cuantía vaya en descenso: son 235.210 en Galicia, 6.166 menos que hace un año.