La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) detecta irregularidades en las cuentas del Banco Popular de 2016 y así se lo ha trasladado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, lo que podría complicar el futuro judicial del expresidente de la entidad Ángel Ron.

Se trata de los últimos resultados anuales bajo el mandato del exbanquero, que arrojaban unas pérdidas de 3.485 millones de euros, antes de la llegada de Emilio Saracho a la presidencia de Popular, su intervención y la venta exprés al Banco Santander, que supuso la pérdida del dinero de todos los accionistas.

Durante su intervención en un curso de la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el presidente del supervisor bursátil, Sebastián Albella, no quiso entrar a dar más detalles pero ha recordado que a principios de año anunció en el Congreso que se estaban analizando los números del Banco Popular. Albella y advirtió de que la institución actúa siempre que detecta irregularidades, lo que ha sucedido en esta ocasión, según adelantó ayer el diario Expansión, ya que la CNMV ve "datos inexactos o no veraces o con información engañosa o que omite aspectos relevantes" en el informe anual de 2016.

El movimiento del organismo regulador se produce después de una oleada de sentencias judiciales que han obligado a devolver lo invertido a accionistas que acudieron a la ampliación de capital que llevó a cabo el banco en mayo del año 2016, al entender que el banco no había aportado toda la información necesaria sobre su situación patrimonial.

El propio sucesor en el cargo de Ángel Ron, Emilio Saracho, había anunciado en abril del 2017 -solo dos meses antes de la resolución que se llevó por delante la inversión de sus accionistas- una corrección en las cuentas del año anterior al haber detectado "posibles insuficiencias" de provisiones para la cobertura de activos dudosos.