La escalada del precio del combustible vuelve a pesar sobre los bolsillos de los consumidores gallegos. Galicia cerró mayo con unos precios un 0,8% por encima de los niveles que marcaban en abril y un 2% superiores a los que se registraban en el mismo mes del año anterior, impulsados por el alza de unos combustibles que ya acumulan una subida del 9,6% en los doce últimos meses.

Pese a que el alza del precio del combustible se hizo notar con más fuerza en los surtidores gallegos que en los del resto de España, donde cotizan un 9,2% más caros que en mayo del 2017, el repunte del IPC en Galicia fue ligeramente inferior al registrado por la media estatal. En el conjunto de España marcó un ascenso del 0,9% sobre el mes anterior y del 2,1% respecto a mayo del año pasado. Lo hizo lastrado por el repunte del precio del pescado fresco y congelado -que marcó un avance del 4,5% en toda España, frente al 3% de Galicia-, de las legumbres y hortalizas, que avanzaron un 2,9% en toda España, frente al descenso del 2% en Galicia, y de la carne de vacuno, que en el conjunto del país se encareció un 2% en doce meses, seis décimas más que en Galicia.

El conjunto de España padece más la subida de los alimentos frescos, pero el precio de los productos energéticos sigue golpeando a Galicia. Además de la escalada del precio de los carburantes, la comunidad gallega registra un encarecimiento del 4,6% en la rúbrica que engloba los los servicios de "calefacción, alumbrado y distribución de agua". Un avance que supera en nueve décimas al del 3,7% que protagoniza el conjunto del Estado.