La construcción retoma el pulso en España y lo hace con un esqueleto nuevo. El hormigón y el ladrillo ven cómo su monopolio en el sector se apaga ante el avance de las viviendas modulares. "Dentro de unos años se acabará exigiendo por ley que todas las viviendas sean de consumo energético cercano a cero", augura el arquitecto Víctor Hermo, fundador de la compañía pontevedresa Proyectopía. El fabricante de viviendas modulares a partir de paneles de aluminio acaba de cerrar la construcción del primero de sus diez apartamentos turísticos en A Lanzada, de los que espera que sirvan de gancho (showroom) para atraer a futuros clientes. "La idea es que se pueda alquilar y que los clientes puedan derribar mitos y conocer de primera mano las ventajas de este tipo de vivienda pasiva", añade Hermo.
La idea de las viviendas modulares va cogiendo forma hasta el punto de que en países como Suecia tres de cada cuatro nuevas viviendas independientes son fabricadas de esta forma. Este boom ya se está trasladando, aunque con menor intensidad, a otros países como España, lo que deja un reguero de cuatro nuevos encargos al mes para Proyectopía. En su laboratorio de la ciudad del Lérez, la compañía trabaja en la actualidad en casi 30 encargos. A los nueve apartamentos aún restantes de A Lanzada se suman otros diecisiete repartidos entre Galicia, Toledo y Palma de Mallorca, en los que estampa su sello de autor.
A diferencia de otros fabricantes, que trabajan con proyectos ya cerrados por catálogo, la compañía centraliza desde Pontevedra la relación con los clientes y el desarrollo de proyectos a medida con los que persiguen amoldarse a las preferencias del comprador y a las particularidades formales y climáticas de cada parcela. Tras conocer sus prioridades sobre la distribución de los espacios, la compañía elabora un presupuesto con un precio ya cerrado de antemano. "Eliminamos toda posibilidad de sobrecostes y de incertidumbre porque sabemos cuál es el coste de montaje e incluso hasta el número de tornillos que se necesitan", comenta el presidente de Proyectopía.
La adaptabilidad es uno de los pilares la actividad de esta empresa. El otro es el ahorro de costes, que se hace patente desde el momento de la construcción -la compañía cifra en 136.500 euros el precio de una vivienda de dos plantas y 150 metros cuadrados, frente a los 171.600 que costaría en Vigo o los 192.000 euros de A Coruña- hasta en el goteo de facturas que vienen después.
"Nos encargamos del diseño de viviendas ecoeficientes, que mantienen una temperatura de confort a través de estrategias pasivas como el diseño de los huecos y de la captación solar", explica Hermo, que destaca que mediante este sistema se logra que la vivienda tenga un consumo energético cinco veces inferior al de una convencional, lo que le lleva a pensar que las administraciones acabarán exigiendo este tipo de viviendas para reducir la huella ambiental. Una rebaja en la cuantía de la factura de la luz, que también se traslada a la cuota hipotecaria por ofrecer mayores garantías de pago. "Los bancos ya conceden hipotecas en mejores condiciones para estas viviendas que para las convencionales", comenta Hermo.
En medio año
Otra de las banderas que exhibe Proyectopía, que estará presente en noviembre en la feria ePower & Building de Madrid, a la que se prevé que acudan unos 100.000 visitantes, es el escaso margen de tiempo que necesitan para levantar estas edificaciones.
Desde que el cliente realiza el encargo hasta que se concluye la construcción de la vivienda pasan un máximo de seis meses, que se reparten a partes iguales entre las tareas de diseño y de acondicionamiento de la parcela con las del montaje de la estructura y de unos interiores que con el paso de los años se pueden ajustar. "En el caso de que una familia tenga un hijo es posible reconfigurar los espacios para crear otro dormitorio", ejemplifica el fundador de Proyectopía, que argumenta que la empresa "tiene vocación de internacionalizarse". Además de ofrecer la posibilidad de recibir la vivienda ya terminada llave en mano, la firma pontevedresa ideó su sistema de paneles de aluminio para que estos sean planos y que, de esta forma, puedan ser transportados a través de unos kits de montaje. Una fórmula con la que esperan subirse a la ola de la vivienda modular en España, pero también de aquellos países que abren camino sobre este terreno.
