Las marcas Pastor y Popular tienen fecha de desaparición: junio de 2019. Así lo avanzan hoy medios económicos como Expansión, que anticipan que Banco Santander agrupará todas las oficinas bajo una misma enseña comercial. La "progresiva" implantación arrancará en las webs, aplicaciones de teléfonos móviles, redes sociales y las pantallas de los cajeros, también en los anuncios publicitarios, para desembarcar luego físicamente en las oficinas. En las de todo el grupo.

Será en ese momento cuanto la entidad que preside Ana Botín inicie el proceso de reestructuración -el primero, en las oficinas centrales, culminó con 1.100 salidas-, que tendrá previsiblemente un fuerte impacto en Galicia dada la impronta de las tres marcas y la duplicidad en más de un centenar de concellos. Por este motivo la operación con Santander era la que más temían en la plantilla del Popular/Pastor y las organizaciones sindicales preferían una integración en BBVA y, sobre todo, en Bankia. "Hay una enorme duplicidad", admitía hace un año a FARO Javier Castro, responsable del sector financiero en UGT-Galicia.Riesgo legal

Los perjudicados por la resolución del Popular, entre los que se encuentran unos 305.000 accionistas que vieron cómo sus ahorros e inversiones desaparecieron y se quedaron en cero, así como bonistas, piden ahora que Santander asuma las contingencias mediante responsabilidad por culpa extracontractual por daños y perjuicios, aunque su plazo para reclamar por esta vía prescribe hoy jueves.

Según indicó a Europa Press Navas & Cusí, uno de los despachos que lleva el caso de los afectados, la forma en que se liquidó el banco no significa que los accionistas y bonistas no puedan reclamar su dinero al nuevo propietario, Santander, entidad que para los expertos en abogacía tiene la obligación de asumir las responsabilidades del Popular y 'socorrer' a los inversores que acudieron "engañados" a una ampliación de capital en la que se les ocultó salvedades.