La Unión Europea (UE) inicia hoy sus represalias en respuesta a los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio, unas medidas restrictivas para las que ha tratado sin éxito de buscar una exención y que considera un método de EEUU para lograr concesiones comerciales. "Durante nuestras negociaciones, EEUU ha intentado usar la amenaza de restricciones comerciales como una palanca para obtener concesiones de la UE. Esta no es la forma en la que hacemos negocios y ciertamente no entre socios, amigos y aliados consolidados", advirtió la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, que encabeza el bloque europeo en esta negociación. "Esto es proteccionismo, simple y llanamente", criticó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en un comunicado en el que recordó que el origen del problema, el exceso de capacidad en el sector siderúrgico, afecta también a la UE.

La decisión más inmediata que llevará a cabo Bruselas será plantear hoy una denuncia ante la OMC, que deberá decidir si los aranceles cumplen con sus normas o no, uno de los puntos en los que Washington y Bruselas difieren. La segunda represalia será la imposición de aranceles a productos estadounidenses que entran en la Unión Europea, reflejados en una lista que incluye alimentos como el maíz dulce o los arándanos, productos como el maquillaje o el tabaco y otros como varios tipos de tuberías, tubos, planchas y estructuras de acero. S

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó de "ilegal" la decisión de Estados Unidos e intentará en las próximas horas mantener una conversación telefónica con su homólogo norteamericana. Según la cadena "BMFTV", el mandatario galo lamentó la aplicación inmediata de esta medida, que considera "un error". El ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, también deploró una decisión "inaceptable", a la vez que advirtió de que "tomaremos medidas proporcionadas de tasación con Estados Unidos", en declaraciones al canal "LCI".

Por su parte, el Gobierno de Canadá impondrá aranceles contra productos estadounidenses por valor de 5.100 millones de dólares como represalia. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, afirmó que las medidas adoptadas por Estados Unidos "son totalmente inaceptables" y que es "inconcebible" que Canadá pueda ser considerado una amenaza a la seguridad de su vecino con el que son socios en la organización de defensa entre ambos países.