Cuando la banca acreedora asumió la dirección de Nueva Pescanova se topó con una maraña de casi un centenar de filiales extranjeras que sumaban un pasivo de 250 millones de euros. Cuatro entraron en concurso (Pesca Chile, Argenova, Acuinova y Pescanova Brasil); la compañía no cayó como un castillo de naipes gracias a los acuerdos stand-still (una especie de acuerdos de no agresión) alcanzados por la administración concursal comandada por Senén Touza y Santiago Hurtado (Deloitte). Pero la renegociación de la deuda en las empresas extranjeras del grupo ha sido una materia pendiente desde 2014, tanto por su importe como por los tipos de interés, de entre el 3,3 y el 10,5%. Ahora, plenamente estabilizada, la compañía ha decidido poner en marcha un "proceso de refinanciación" para cancelar este pasivo, según pudo saber FARO en fuentes próximas a la empresa. Según los últimos datos (de las cuentas de 2016), la deuda de las filiales extranjeras ascendía a 239,6 millones.
Nueva Pescanova cuenta a día de hoy con un crédito activado de 150 millones, compuesto por una línea revolving (rotativo, se adapta a la necesidad de la empresa en cuanto a su disposición) y otra de factoring (cesión de crédito). Lo que hará ahora la multinacional es solicitar 85 millones adicionales a fin de "cancelar la deuda" de las filiales internacionales y ordenar un mapa muy complejo de firmas vinculadas. Esta línea de financiación participarán Banco Sabadell (primer accionista), Popular/Santander y CaixaBank, y ha solicitado también a Abanca (segundo mayor socio) que se sume a este núcleo duro de entidades. Grupo que nació como G7 pero que se ha ido adelgazando tras la desinversión de Bankia y la desvinculación progresiva de UBI. El banco italiano es, por cierto, el único personado como acusación en el caso Pescanova, que se ha instruido en la Audiencia Nacional. Los 85 millones se sumarán a la línea de apoyo financiero ya activa como un crédito sindicado.
Desde la refundación del grupo (con la vieja Pescanova como accionista minoritario), se deshizo de la filial de Malvinas (Lafonia Seafood), de la acuícola de Honduras, de Harinas y Sémolas del Noroeste (Hasenosa) y se ha apartado de la macroplanta de rodaballo de Mira (Portugal), además de otros activos "no estratégicos". Con anterioridad se quedó sin Pesca Chile, vendió Austral Fisheries (Australia) y cerró la subsidiaria andaluza Acuinova SL.
Resultados
En lo que respecta al negocio, Nueva Pescanova concluyó el primer trimestre con un volumen de facturación de 227 millones de euros, un 6% superior al mismo periodo del año pasado y "en línea" con las previsiones marcadas por el equipo de Ignacio González pese a la depreciación del langostino vannamei. En el canal retail (venta minorista), las ventas aumentaron un 10%. El Ebitda fue positivo.
