La histórica compañía lusa Companhia União Fabril (CUF), propiedad del Grupo José de Mello, ha decidido dar un cambio radical a su estrategia de expansión con nuevo nombre e imagen corporativa. Se llamará Bondalti ya a partir de este martes con el objetivo de abordar su internacionalización y ofrecer una cara más "moderna" y ser "el socio de referencia de la industria química del mercado internacional". Pero es una denominación que da la espalda a la factoría de Electroquímica del Noroeste (Elnosa), que se convertirá de manera inmediata en una "comercializadora" de productos químicos. La planta de Lourizán (Pontevedra) encarará otro Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción, según ha anticipado a FARO el presidente del grupo, João de Mello, tras la "imposibilidad" de conseguir las licencias para producir cloro. "Ha sido imposible hacer cambiar de idea al alcalde", asegura el empresario en relación al nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores.

El pasado noviembre la ya antigua CUF llegó a un acuerdo con Solvay para adquirir la factoría de la segunda en Torrelavega (Cantabria) para producir cloro con tecnología de membrana (no con mercurio, prohibido por Bruselas). Invertirá allí 55 millones de euros. "No ha sido posible hacerlo en Elnosa, que era nuestro objetivo. No siendo posible en Pontevedra hemos apostado por Solvay", confiesa De Mello. Según ha explicado a este periódico, su intención pasaba por renovar la concesión y adaptar la factoría a los nuevos requerimientos comunitarios. De momento la actividad en Elnosa se mantiene con la producción de derivados como el hipoclorito, más barato y menos rentable. "Queremos mantener Elnosa con derivados y comercializadora", añade el empresario, que a renglón seguido -y preguntado por si la plantilla actual puede estar "tranquila"-, da por hecho que habrá ese otro ERE.

"Vamos a mantener algunos trabajadores del equipo comercial. Otros tendrán la oportunidad de irse a Solvay", a más de 500 kilómetros de la ensenada de Lourizán. "Es una pena, nuestra primera voluntad era invertir en Elnosa". La compañía no ha concretado cuándo ejecutará estos planes en Pontevedra, donde continúan cerca de medio centenar de trabajadores. Eso sí, la concesión de la fábrica expira a finales de julio. A juicio de De Mello, la única responsabilidad del éxodo a Cantabria recae en el regidor pontevedrés. "Hemos tenido todo el apoyo del Gobierno de Galicia, pero el alcalde nunca tuvo voluntad. Siembre estuvo en contra y no fue posible hacerle cambiar de idea. Tenemos que cumplir la ley".Expansión

Los 55 millones que ha invertido en Solvay son solo un adelanto. "Queremos aumentar las inversiones para ser el primer productor de cloro" para el mercado ibérico. A día de hoy España representa ya un 25% del volumen de negocio de la multinacional. Según los últimos datos disponibles (2016), Elnosa, constituida hace más de 50 años, factura más de 26 millones de euros anuales. "La nueva marca es el resultado de una estrategia de negocio orientada hacia el mercado global; vamos a responder de una forma eficiente para todos", zanja João de Mello.