El prototipo del avión militar de Embraer, el KC-390, sufrió su segundo accidente accidente en ocho meses que lo dejó fuera de combate. El avión está dando problemas a la firma brasileña para lograr los certificados necesarios de cara a su producción final, en la que intervienen al menos tres empresas del sector aeronáutico gallego: Delta Vigo, Coasa y Utingal.

En este caso el avión se salió de la pista en el aeropuerto Gavião Peixoto, donde está realizando los test. Desde la empresa aseguran que tanto el avión y como todos sus sistemas funcionaron de acuerdo a sus características de diseño y que la tripulación salió por su propio pie. Además, los responsables de Embraer explicaron que se detectaron graves daños en las tres patas del tren de aterrizaje y en el fuselaje, con lo que están valorando posponer las pruebas de certificación para el segundo prototipo y al primer avión de serie, "cuyo montaje está muy avanzado".

La compañía, que está en conversaciones para vender la parte de aviación comercial al gigante estadounidense Boeing, en una de la firmas para las que trabaja la industria gallega y tiene una macroplanta en Portugal.