Este Primero de Mayo se volvieron a escuchar altas y claras las reivindicaciones de la sociedad española para que, además de más justo en cuestión de salarios, el mercado laboral sea también más igualitario y acaben de una vez las grandes diferencias entre los hombres y las mujeres. Está todavía muy cerca el éxito de la huelga y las marchas feministas del pasado 8 de marzo. Y de la respuesta mayoritaria de los poderes públicos para acabar con la brecha. Que es muy grande. Si la recuperación está tardando en llegar más a los empleados que a las grandes magnitudes de la economía, entre los sexos el cambio de ciclo beneficia más a ellos que a ellas. La tasa de paro masculina en Galicia pasó del máximo del 23,7% registrado en el arranque de 2014 al 14,2% en el primer trimestre de este año. Son cerca de diez puntos menos. La femenina, en cambio, bajó 6,7 puntos, desde el 22,7% al 16% actual. La diferente velocidad es aún más evidente en colectivos que lo pasan peor, como los desempleados de larga duración. Frente a un descenso del 50% en el caso de los hombres desde que la actividad salió de los números rojos, en las mujeres la reducción es del 27%.

Y ha ocurrido lo que no pasaba desde los años más duros de la crisis. Que las mujeres vuelven a ser mayoría (46.500) en el número de parados que llevan así al menos un año. El 53,7% del total (86.500). Hay 40.000 hombres. "La mujer tiene problemas para insertarse en el mercado laboral tanto cuando buscan su primer empleo como cuando lo pierden y estar un largo periodo buscando otro", explica María Bastida, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago y directora del Barómetro Galego de Equidade Laboral, que ayer presentó su nueva actualización.

La evolución del paro - "Con un desplazamiento hacia edades cada vez más avanzadas: la franja con más desempleadas salta de los 30-34 años en 2013 a los 40-44 en 2017", subraya Bastida- es solo uno de los datos llamativos del estudio, que insiste en el mayor ritmo al que está creciendo la temporalidad y las jornadas parciales entre ellas. En 2010, el 52% aseguraba que no trabajaba más porque no encontraba contratos de más horas. En 2017 ese porcentaje, según el Barómetro, se sitúa en el 58%. "Aunque la parte positiva -matiza la experta- es que en 2016 llegó a estar en el 60%.

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Por primera vez entre las mujeres activas, las de más de 16 años y en disposición de trabajar, son mayoría las que cuentan con formación superior. "Y cuanto mayor es el nivel educativo, más alta es la tasa de actividad y ocupación", señala María Bastida. A falta de cifras oficiales más recientes, con los sueldos de 2015, los hombres ganan de media 5.941 euros más al año.

Maria Bastida - Prof. Ciencias Económicas

"El paro se desplaza a edades más avanzadas y ahora son más las de 40 a 44 años"