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La industria de transformación pesquera

Fandicosta "renace" del incendio con nueva fábrica y su segundo mejor año en ingresos

Recuperará en un mes la logística de frío que perdió en mayo de 2016 -El micropilotaje del frigorífico retrasó las obras -Factura 101 millones, una subida anual de más del 21%

Vista parcial de las instalaciones de Fandicosta en Moaña, en fase de construcción. // Santos Álvarez

El 9 de mayo se cumplirán dos años del incendio que calcinó más de la mitad de las instalaciones productivas de Fandicosta. La compañía, en el top ten de mayores pesqueras de España, vislumbra la misma fecha para resarcirse de dos años de travesía en los que no ha podido contar con servicios de frío en Moaña y durante los que ha echado mano de trabajo e inventiva para superar las carencias de espacio y logística. Un reto "durísimo" que la compañía de Ángel Martínez Varela ha superado con buena nota: el de 2017 ha sido el segundo mejor año histórico de la empresa en volumen de facturación, solo superado por el de 2014, y la inauguración de las nuevas instalaciones se producirá en mayo, como había estimado el empresario. El próximo mes de mayo ya no será solo la efeméride de un siniestro, sino también de la puesta en marcha de una de las mayores instalaciones de Galicia para el almacenamiento y procesado de pescado.

"Es un obrón, prácticamente va a duplicar capacidad industrial", describen fuentes próximas a la pesquera. La nueva planta frigorífica -es la que resultó calcinada- entrará en funcionamiento de forma inminente. Dispondrá de 33.000 metros cúbicos de capacidad (unas 10.000 toneladas) y doce muelles de carga. "Se ha ganado espacio con el reparto que se ha dado", indican las mismas fuentes. Según Martínez Varela la falta de los servicios de frío privó a Fandicosta de una facturación de en torno a 15 millones en el primer ejercicio tras el incendio, de ahí que el resultado de 2017 haya sido tan satisfactorio. Porque los 101,5 millones en ingresos y las 24.000 toneladas comercializadas se alcanzaron sin uno de los pilares del grupo.

La reconstrucción de las instalaciones ha supuesto un desembolso de en torno a 25 millones de euros entre edificios, cimentación y maquinaria. De hecho las tareas de micropilotaje demoraron las obras al tener que perforar 32 metros hasta tocar piedra y a fin de reforzar un espacio ganado al mar. "Aunque dos de las naves no sufrieron daños se ha aprovechado para modernizar y mejorar los espacios". Las oficinas, que estarán encima del frigorífico, estarán listas "para verano". La urgencia que ha imprimido Fandicosta a las obras elevó hasta 80 el personal de la constructora, Civis Global, en los picos de producción.

Respecto al ejercicio anterior las ventas repuntaron por encima del 21%, el incremento más abultado de toda la industria, que de media mejoró sus ingresos sobre un 10%. La única excepción fue Iberconsa, que catapultó sus ventas hasta los 325 millones, pero ya computadas las de la argentina Pesquera Santa Cruz, cuya compra se consumó este año. La de Moaña mejoró en volúmenes, con un 23% más de toneladas comercializadas respecto al ejercicio anterior, pese a la escasez de cefalópodos; es la especie angular de Fandicosta, ya que un tercio de sus ventas se centran en la pota y el calamar de Malvinas. Situada en la órbita de Portobello (propietaria de Iberconsa) durante meses, Martínez Varela aseguró a FARO haber recibido numerosas ofertas de fondos de inversión por la compañía. "Pero no hay quien me convenza", zanjó.

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