El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital recibirá este lunes el informe del comité de sabios que marcará las pautas de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En este documento, los 14 expertos designados por las diferentes fuerzas políticas, sindicales y empresariales abogan por promover las energías verdes y abaratar el recibo de la luz alrededor de un 6,8% a costa de endurecer los impuestos sobre los combustibles más contaminantes: la gasolina y, especialmente, el gasóleo.

Según avanzó el diario El País, los consumidores dejarían de pagar partidas de la factura de la luz, como las primas a renovables, los costes extrapeninsulares o la amortización de la deuda, y éstos pasarían a ser sufragados por los Presupuestos Generales del Estado, a razón de 11.000 millones de euros al año. Para cuadrar las cuentas, el comité de sabios propone endurecer la fiscalidad del diésel en un 28% y la de la gasolina, en un 10%, y, además, desliza la posibilidad de subir el IVA en un punto. La medida iría en línea con los planes del ministerio de Hacienda de equiparar, de manera progresiva, la tributación del diésel con la de la gasolina.

Repostar un litro de gasolina con plomo implica un desembolso de 45,78 céntimos solo en el tramo estatal impuesto sobre hidrocarburos. La cuña fiscal no queda ahí. Esa cifra se queda ahí en el caso de comunidades como Castilla y León, que deciden no desarrollar luego el tramo autonómico, pero no en Galicia, que, al igual que otras siete autonomías, decide fijarlo en el máximo legal de 4,8 céntimos por litro, lo que eleva a 50,6 la factura del impuesto sobre hidrocarburos. Una cifra que desciende hasta los 50,4 céntimos en la gasolina sin plomo de 98 o más octanos y a los 47,3 céntimos en aquellas con menor octanaje.

La carga fiscal del diésel es un 19,8% menor que la que soporta la gasolina más convencional, aunque, de prosperar la propuesta del comité de expertos, su brecha frente a la gasolina se reduciría a solo una tercera parte (un 6,7%). De llevarse adelante la subida tanto del impuesto específico a estos combustibles como del IVA, llenar un depósito tipo con 50 litros de diésel se encarecería en casi siete euros en Galicia (6,97 euros). Su precio escalaría de los 60,15 euros actuales hasta los 67,12, mientras que el alza para la gasolina sería de algo menos de la mitad. Llenar el depósito de gasolina pasaría de costar 64,4 euros a 67,76. Un sobrecoste de 3,42 euros con el que prácticamente se igualaría el precio de uno y otro combustible.

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