Construcciones Navales del Norte (La Naval de Sestao) se apaga. Sus enormes pérdidas, el concurso de acreedores y la falta de nuevos inversores han llevado al traste el pedido con el que aspiraba a sobrevivir. Un megaferri de 232 metros de eslora, 30 de manga y capacidad para 1.600 pasajeros que había encargado Baleària para reforzar los tráficos en el Mediterráneo a partir de 2019. Se ha esfumado. "Hicimos la prórroga del contrato que nos han pedido. Hemos colaborado de forma generosa y espléndida y teníamos recursos financieros. Pero la realidad es que La Naval no está en condiciones de garantizarnos nada", indicó el presidente de la naviera, Adolfo Utor, durante la presentación anual de resultados. "La rescisión del contrato ya es una realidad".

El del ferri era un pedido de enormes dimensiones para La Naval, de 48.500 CGT, superiores a las del megacrucero que construye Hijos de J. Barreras para The Ritz-Carlton Yacht Collection.Baleària había encargado un buque diseñado por Cotenaval, de propulsión con gas natural licuado -que sería el primero de estas características en navegar por el Mediterráneo- y con un coste de 175 millones. De hecho en la firma del contrato, celebrada en enero de 2016, se había rubricado la posibilidad de encargar un segundo barco gemelo. Pero el astillero vasco ni siquiera inició las tareas de corte de chapa. A día de hoy solo tiene en cartera una draga para la armadora holandesa Van Oord. También era un pedido doble, de 22.500 CGT cada unidad. Una ya la ha perdido y el Vox Amalia se terminará en Astander. Su gemelo, el Vox Alexia, sí será finalizado -salvo nuevos contratiempos- en La Naval. Antes se despidió del Living Stone, un cablero para Tideway que la armadora trató de arrancar de las gradas tras conocer el concurso del astillero (con un pasivo de 150 millones) por temor a no poder recuperar su pedido.

Como publicó FARO el pasado enero el desembarco de inversores era un condicionante indispensable para que el astillero optase a construir el ferri de Baleària, pero esa opción nunca se materializó. El inversor asturiano Manuel del Dago amagó con su desembarco en La Naval el pasado mes de agosto, pero finalmente no garantizó los cerca de 40 millones de euros para la ampliación de capital.El Gobierno vasco también titubeó con su entrada en el accionariado para respaldar su continuidad, pero la tentativa se ha topado con la oposición frontal de la Comisión Europea.

Quien sí construirá un ferri de gas natural licuado es Barreras que, como anticipó ayer este periódico, tiene prácticamente cerrado el esquema de financiación y la firma definitiva del contrato con Naviera Armas es inminente. La factoría prevé iniciar en los próximos días las tareas de corte de chapa.El ferri tendrá 190 metros de eslora.