El próximo jueves expira el plazo para que los accionistas decidan si aceptan la oferta de la firma de inversión británica Melrose o si, por el contrario, lo rechazan en favor de la propuesta de la americana Dana Incorporated. Esta promete crear un “gigante mundial” en la fabricación de transmisiones y ahora suma un nuevo argumento a su favor. La compañía acaba de anunciar un contrato valorado en 300 millones de libras (unos 345 millones de euros al cambio actual) para suministrar desde su factoría de Birmingham el eje delantero y trasero de la nueva generación de vehículos Jaguar y Land Rover.

Dana alcanzó un principio de acuerdo con GKN para hacerse con su división de automóviles (GKN-Driveline, que cuenta con 1.000 trabajadores en su planta en Vigo) y crear así el mayor fabricante de transmisiones de todo el mundo. GKN-Driveline se integraría en Dana y sus accionistas pasarían a contar con el 47,25% de las acciones del fabricante americano. Una opción aplaudida por el consejo de administración de GKN, o por Airbus, del que GKN es proveedora a través de su división aeroespacial, pero cuyo resultado dependerá de lo que decidan sus accionistas.