Todos los partidos de la oposición emplazaron ayer al PP a abordar cambios en el mecanismo de revalorización de las pensiones, que por quinto año se ha saldado con una subida del 0,25%, esta vez contestada con movilizaciones en la calle de los sindicatos y las organizaciones de jubilados. La comisión parlamentaria del Pacto de Toledo debatió ayer esta cuestión, con la izquierda alineada a favor de que las pensiones se vuelvan a actualizar según el IPC y con otros partidos como Ciudadanos, PNV y PDeCAT abiertos a discutir modificaciones del sistema vigente. El PP no se negó a ellas en redondo, aunque pidió un examen previo de las repercusiones económicas.

La subida de las pensiones fue debatida en sede parlamentaria el mismo día en que la Comisión Europea incluyó en un informe sobre España alusiones significativas a las reformas aprobadas en 2011 (aumento de la edad de jubilación gradual hasta los 67 años y ampliación de la parte de la vida laboral que se tiene en cuenta para calcular la pensión) y en 2013 (revalorización desconectada del IPC y ajuste de las pensiones inciaies según evolucione la esperanza de vida). Según el diagnóstico de Bruselas, tales reformas hacen más sostenible económicamente el sistema, aunque reconoce que es a costa de considerables recortes en la generosidad de las prestaciones. El informe remarca que la llamada tasa de reemplazo (proporción que supone la pensión del nuevo jubilado respecto a su último salario) bajará treinta puntos, pasando del 80% actual al 60% en 2030 y a menos del 50% en 2060. "Estas reducciones se encuentran entre las más grandes de la UE, con un posible fuerte impacto negativo en los niveles de vida de la población española mayor", se recoge en el documento.