La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo cerró la puerta a que Gadisa recupere los 10,1 millones de euros que invirtió en enero de 2012 en Novagalicia Banco (NCG), una operación con la que pretendía, junto a otros empresarios gallegos, ayudar a reflotar la entidad heredera de la fusión de las cajas gallegas.