La cotizada española Applus cerró el pasado año con un beneficio neto de 82,8 millones de euros. Se trata de los primeros resultados anuales de la empresa desde que el pasado mes de septiembre abordase la compra de Inversiones Finisterre. Desembolsó 89 millones de euros por hacerse con el 80% de esta compañía que se encarga de la gestión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) en Galicia a través de Supervisión y Control (SyC).

La compra de las ITV gallegas permitió mantener los niveles de ingresos y beneficios y esquivar una debilidad del dólar, en el que están denominados el 26% de todos sus ingresos y que pesó sobre su negocio en Estados Unidos. Los 82,8 millones de euros de beneficio suponen un retroceso del 1% respecto a los 83,7 millones de euros del año pasado, mientras que los ingresos se quedaron estancados en el nivel de los 1.583 millones de euros, de los cuales nueve millones de euros procedieron del recién controlado negocio de las ITV gallegas.

“La adquisición de Inversiones Finisterre, llevada a cabo en línea con el plan de negocio, añadió un 3,3% de crecimiento en 2017”, resaltan en su presentación de resultados. La compra de la firma gallega no elevó la deuda del grupo español. Applus, que según su nuevo plan estratégico cuenta con una capacidad de inversión de 150 millones de euros anuales, rebajó su deuda neta de los 602,2 a los 523 millones de euros y pasa de multiplicar por 3,2 veces su ebitda a 2,4.