Aunque el importe se había provisionado ya, la sanción impuesta por el Supremo a Factorías Vulcano por la quiebra de su antigua filial Juliana es una amenaza para la continuidad del astillero. El alto tribunal condenó al astillero, como avanzó FARO, al desembolso de 25 millones, en un fallo contra el que no cabe recurso. Ahora la compañía viguesa negocia con la administración concursal de Juliana un desembolso a plazos de la multa para no dañar su tesorería y optar "con garantías" a la contrucción de dos pesqueros para Noruega, para cuyo proyecto ha presentado ya presupuesto. Esta negociación es un mecanismo habitual, como exponen expertos en materia concursal. "El administrador tiene potestad para iniciar contactos razonables, bajo la lupa eso sí de los acreedores y el juez", explica Ramón Ozores, del despacho vigués On, Tax & Legal. "Sí tiene margen para negociar", añade. Factorías Vulcano aseguró a este periódico y a su plantilla que la sentencia del Supremo no afectaría a la consecución del que de momento es su único contrato, un ferri para Trasmediterránea que prevé entregar a finales de abril.