La puja por los componentes de la próxima generación del Corsa está abierta. El Grupo PSA, propietario del fabricante alemán de automóviles Opel, confirmó ayer la adjudicación del turismo urbano más popular de la marca a la planta que lo vio nacer en 1982, Figueruelas, después de que empresa y una mayoría sindical llegasen a un acuerdo sobre el plan de competitividad. En la comarca viguesa, las plantas de multinacionales como Benteler (Alemania) y GKN Driveline (Reino Unido), proveedores históricos de Opel en Zaragoza, aspiran a contratos del nuevo Corsa, que, según se confirmó ayer, también tendrá versión eléctrica.

La compra de Opel, que ya había adjudicado el Corsa a Figueruelas hace año y medio, paralizó todas las atribuciones de vehículos y dejó sin efecto los acuerdos que habían alcanzado algunos proveedores -incluidos, varios gallegos- con la planta aragonesa para suministrar componentes para la próxima generación de este modelo. PSA ha decidido que el Corsa se monte sobre la base de la nueva plataforma CMP del grupo, la misma que tendrán Balaídos y Villaverde, por lo que el Corsa compartirá componentes y módulos con los próximos modelos de Vigo y Madrid, creando economías y obligando a los proveedores a competir no solo por uno de estos modelos, sino por el conjunto de la plataforma.

Y en esa carrera se encuentran las plantas de GKN Driveline y Benteler, por ejemplo. El encargado de comunicar la adjudicación definitiva del Corsa fue ayer el consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, que confirmó que este vehículo contará con una variante eléctrica desde 2020. El director general de Opel-España, Antonio Cobo, subrayó que el objetivo de la compañía con este nuevo plan estratégico dentro de PSA es alcanzar la máxima capacidad de producción en el centro, que en la actualidad se sitúa en 480.000 unidades al año.