El consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, salió hoy al paso de las informaciones que destapan un nuevo escándalo en la industria alemana al revelar que una asociación a la que el grupo financiaba usó a una decena de monos y a 25 personas para estudiar sus emisiones de dióxido de nitrógeno.

“Los métodos utilizados por la EUGT [Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte] en los Estados Unidos fueron erróneos, faltos de ética y repulsivos”, recalcó Müller. El máximo dirigente de Volkswagen añadió que se arrepentía de estar involucrado en este escándalo como “uno de los promotores” de esta asociación que pretendía demostrar que los nuevos vehículos diésel habían logrado reducir sus emisiones de gases contaminantes hasta niveles que ya no eran nocivos para la salud.

Este nuevo escándalo que sacude a los otros tres promotores de la EUGT (Daimler, BMW y Bosch) se suma al del Dieselgate, que obligó a Volkswagen a abonar 26.000 millones de dólares (unos 21.000 millones de euros al cambio actual) en indemnizaciones. “Durante este fin de semana hemos tenido que aprender una vez más que todavía nos queda un largo camino por delante para recuperar la confianza perdida”, expresó Müller.