La nueva directiva comunitaria sobre servicios de pago, que entre otras cuestiones establece la prohibición de los recargos por pagos con tarjetas de crédito o débito y regulan el acceso de terceros a las cuentas bancarias de sus clientes, aunque siempre con su consentimiento, comenzará a aplicarse a partir de hoy. Esta prohibición afecta al 95% de las tarjetas, según la Comisión Europea, y permitirá un ahorro para los consumidores de más de 550 millones de euros al año.