Al mercado laboral gallego le queda todavía camino por recorrer para alcanzar los niveles de empleo que se esfumaron con la crisis. Diciembre cerró con 185.013 desempleados anotados en las antiguas oficinas del Inem (los que no se apuntan no figuran como parados), 20.901 menos que hace un año pero todavía lejos de los niveles fermentados con la burbuja del ladrillo. Aún así el 2017 fue un ejercicio de recuperación con 21.713 nuevos cotizantes gracias al empuje de la industria manufacturera y de Pontevedra. Casi la mitad de los empleos generados se quedaron en esta provincia, y uno de cada cuatro (4.590) en el sector transformador. La industria no sumaba tantos trabajadores activos desde el año 2010, según los datos oficiales del Ministerio de Empleo, y los parados que buscan trabajo en alguna de sus ramas no llegan a los 22.000. Claro que con la crisis muchos de ellos migraron a sectores refugio como los servicios, que en diciembre fue el protagonista de las nuevas contrataciones al abrigo del puente de la Constitución y la campaña de Navidad. De hecho la industria todavía debe recuperar la mitad de los puestos de trabajo que se suprimieron desde finales de 2007.

Pero el factor estacional hace que la mejor perspectiva para evaluar los datos del paro sea el que arrojan las estadísticas de afiliaciones. Por ejemplo, porque en diciembre sí se destruyó empleo en Galicia (3.709), pero la buena evolución anual mantuvo las cifras en positivo y el año cerró con un 2,25% más de cotizantes. O porque también en diciembre se firmaron 71.531 contratos, el 91% de los cuales fueron temporales, y casi la mitad para trabajar en hostelería y restauración. Por eso en los sindicatos han vuelto a clamar contra la estacionalidad y la precariedad de gran parte de los nuevos empleos, como han coincidido desde CC OO, UGT y CIG, y frente al discurso más triunfalista de la ministra Fátima Báñez. A su juicio el 2017 fue el mejor año de la serie histórica en términos de descenso de parados en el conjunto de España (-290.193). Eso sí, el paro a recortar es más abultado y hay más margen de mejora ahora que antes de la crisis; con los 611.146 nuevos cotizantes del año pasado todavía se está lejos del objetivo 20 millones del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Por provincias el desempleo se redujo en todas las gallegas, tanto a nivel mensual como anual, y pese al avance de Pontevedra la creación de empleo fue inferior a la registrada de media a nivel nacional (+3,42%). Así las empresas pontevedresas elevaron la afiliación en un 3%, un punto por encima de A Coruña y con Ourense (+1,38%) y Lugo +1,25%) a más distancia. Galicia recortó en diciembre la cifra de desempleados en un 10,15%; en España el total asciende todavía a 3.412.781 personas. Si la comunidad mantuviese el mismo ritmo de creación de puestos de trabajo que el consolidado en 2017 alcanzaría los niveles que perdió en la doble recesión en poco más de 18 meses.

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