La Fiscalía ha pedido 118 años y cinco meses de prisión para el líder de Ausbanc, Luis Pineda; casi 25 años para el de Manos Limpias, Miguel Bernad, y cerca de 12 para la abogada que acusó a la infanta en Nóos, Virginia López Negrete, por integrar una trama de extorsiones a cambio de retirar acusaciones y presionar a bancos. Reclama además la disolución de todas las sociedades del grupo Ausbanc, así como del Sindicato Colectivo de funcionarios Manos Limpias y la Asociación Cívica Española Manos Limpias.

En su escrito de acusación, el fiscal del caso, José Perals, solicita penas de cárcel para los once acusados en esta causa por delitos de estafa, blanqueo, extorsión, amenazas, administración desleal, fraude en las subvenciones y pertenencia a organización criminal. En este caso se investigan varias extorsiones de Ausbanc y Manos Limpias como la que ejercía Pineda con entidades bancarias a las que presionaba en busca de financiación a cambio de publicidad favorable y de no acceder a las presiones les chantajeaba con publicar informaciones peyorativas.

Pineda, según el fiscal, "planeó un sistema para exigir la entrega de cantidades dinerarias importantes bajo las advertencias, explícitas en ocasiones, veladas en otras, de arremeter contra dicho activo reputacional por medio de la publicación de noticias desfavorables, (...) presionando también en ocasiones con ejercitar acciones judiciales contra dichas entidades". En el caso de que se presentaran esas demandas, Pineda presionaba a los demandados para llegar a algún tipo de acuerdo económico para conseguir archivar el procedimiento judicial, aunque tal decisión conllevara un perjuicio para los asociados.