Cada vez son más las cadenas que se revelan contra la concepción de la hamburguesa como producto de escasa calidad y que buscan reivindicar que unos buenos ingredientes pueden elevar las hamburguesas hasta la categoría de gourmet. Es el caso de la cadena La Pepita Burger, creada hace un lustro por el vigués Santiago Salgueiro y su mujer, Begoña Ocampo, nacida en Ourense.

Desde que el negocio echó a andar en el año 2012 con su primer establecimiento situado en la Calle Oporto, La Pepita ha conquistado nuevos territorios hasta estar presente en las cuatro provincias gallegas, sumar 12 restaurantes y una plantilla de algo más de 150 trabajadores en toda España. Esta expansión todavía no se da por concluida y su plan financiero se marca la ambiciosa meta de abrir tres nuevos establecimientos cada año.

Para cocinar esta meteórica expansión, la cadena ha echado mano de un modelo de franquicias con socios que antes fueron clientes. Tras su apertura en Vitoria y Oviedo, la firma ya prepara su desembarco en Palma de Mallorca, su reapertura en Madrid y el desembarco en la nueva sede del Celta en Príncipe, en la que gestionará el gastrobar. La idea de los fundadores es la de una expansión minuciosamente controlada. "Visitamos personalmente cada una de las franquicias cada tres meses como mínimo", comentó Salgueiro en una charla en el Círculo de Empresarios. La otra pata que sustenta este crecimiento fuera de Galicia es la particularidad de su red de proveedores en la que el elemento central de una hamburguesa, su carne, procede de un único productor gallego, pero en el que el pan y otros productos perecederos parten de su red de proveedores locales.

Para continuar la conquista de nuevos mercados, en La Pepita se encomiendan a la innovación. En su particular laboratorio se gestan durante meses ideas de nuevas recetas con las que satisfacer paladares y adaptarse a sus nuevos destinos a través de ligeras modificaciones en su carta, aunque sin descuidar sus orígenes. "Actualmente estamos explorando la manera de cómo incorporar a nuestra carta productos como el porco celta o la gallina de Mos", resalta Salgueiro.