Se acerca el final de año y con él las últimas posibilidades de obtener desgravaciones en el pago del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas. Los Gestores Administrativos de Galicia recogen en un decálogo los consejos para abaratar la factura fiscal, con el que, según aseguran, un trabajador con sueldo medio puede ahorrarse hasta 3.000 euros.

  • Vivienda

La partida de gasto que cuenta con más posibilidades de deducciones fiscales es la vivienda. Quienes comprasen vivienda antes del año 2013 tienen derecho a desgravarse hasta un 15% del importe de la compra, siempre y cuando esta cantidad no exceda los 9.040 euros.

A ello se suma la posibilidad de desgravarse el 10% de lo destinado a ciertas partidas de gastos en vivienda como la mejora de la eficiencia energética, higiene, salud, protección del medio ambiente, seguridad, estanqueidad y accesibilidad del edificio.

Además, las plusvalías cosechadas con la venta de vivienda habitual (cuando el precio de venta supera al de compra) ven atenuados sus tramos habituales del 19% al 23% siempre y cuando la cantidad sea reinvertida en la compra de otra vivienda habitual. Los impuestos al ahorro (por ganancias patrimoniales o por rendimientos del capital mobiliario) no se aplican a los mayores de 65 años, que están exentos de estos pagos siempre y cuando liberen estas plusvalías como rentas vitalicias.

  • Estímulos al ahorro

Otra de las vías para abaratar la factura fiscal es reduciendo la base imponible, formada por el salario y los rendimientos del ahorro. Esta puede reducirse (y con ella el tipo impositivo y la cuota pagada a Hacienda) con aportaciones a ONGs o sindicatos, así como con las aportaciones a planes de pensiones, que tienen un límite de 8.000 euros para menores de 50 años y de 12.000 para los mayores de esta edad.

También se logra la rebaja de la base imponible con las pérdidas cosechadas con productos financieros (fondos de inversión, planes de pensiones o acciones, por ejemplo). La cantidad perdida con la venta de uno de estos productos es deducible de la base imponible del declarante.

  • Emprendedores

Además de la vivienda y los productos financieros, con la apertura de un negocio también entran en juego determinadas bonificaciones fiscales. Los autónomos, por ejemplo, pueden deducirse todos los gastos vinculados a su actividad económica, como los sueldos o la seguridad social a cargo de la empresa.

Por último, los contribuyentes que tienen previsto crear una empresa en los próximos cuatro años mediante la reforma de Sociedad Limitada Nueva Empresa pueden deducir el 15% de las aportaciones a una cuenta Ahorro-Empresa, con un límite de 9.000 euros anuales.