Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Envejecimiento de Galicia: Los cotizantes de más de 55 doblan a los de 30

Por cada 770 nuevos afiliados jóvenes hay más de 8.000 ocupados cerca del retiro

Las graves consecuencias del envejecimento poblacional

El envejecimiento supone muchísimo más que un desafío social para Galicia. Es el mayor problema de futuro al que se enfrenta la economía. Lo dicen todos los expertos. Y la propia Xunta. Sin relevo generacional, existe el peligro de convertirse en "un país de escasa relevancia y actividad", como destaca el Plan Estratéxico 2015-2020 con el que el Ejecutivo autonómico aspira a sacar brillo al territorio para captar inversiones y poner las bases de un crecimiento sostenible. La población, sin embargo, está a años luz de seguir esa evolución equilibrada. Cae sin tregua... pero en la base de la pirámide, entre los más jóvenes, mientras que la parte alta, donde se concentran las edades elevadas, no para de engordar. El mercado laboral es un fiel reflejo del comportamiento del censo, con el agravante del freno que la crisis puso a la incorporación de los más jóvenes a un puesto de trabajo. Los menores de 30 años ya únicamente representan el 11% de las afiliaciones a la Seguridad Social en la región. Los cotizantes que superan los 55 años y acarician la edad de jubilación alcanzan el 19% del total, prácticamente el doble que el colectivo de jóvenes y con un incremento en los últimos seis ejercicios del 20%.

La metamorfosis del mercado laboral en este largo periodo de parón económico fue tanto de números como de composición. En Galicia hay en estos momentos unas 985.000 altas en la Seguridad Social. Unas 106.000 menos que el máximo registrado a mediados de 2018, según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Como sucede con el censo de residentes, las caídas en las afiliaciones se concentran en la población más joven. Al cierre del pasado octubre había 3.600 cotizantes de 16 y 19 años, un 69% por debajo del mismo mes de 2008. Entre los 20 y los 24 años se desplomaron un 46%, hasta los 34.200. En los de 25 a 29 años, el descenso alcanza el 40%, con 76.600. Otro 34% baja la afiliación de gallegos de 30 a 34 años (106.700). Y un 4% entre los 35 y los 39 años (145.600).

A partir de ese umbral, la tendencia es la contraria. Aumentó un 11,5% en la horquilla 40-44 años (159.736); un 9,3% en los afiliados de 45 a los 49 años (145.600); y el 14% en los que llegan hasta los 50 (128.500). El mayor incremento, un 22,7%, se da en la franja de 55 a 59 años, que suman 105.300. Entre 60 y 64 años hay 67.700 altas en la Seguridad Social en Galicia, un 9,8% por encima de 2008; y un 37% aumentan los cotizantes que rompen la edad de referencia para retirarse, los 65 años: 10.700.

El proceso de envejecimiento de los cotizantes gallegos se acentuó desde 2011 por la barrera de entrada de los jóvenes al mercado laboral.

Coincidiendo con la mejora de la economía, la comunidad pudo paliar en parte los efectos de la crisis y de la propia evolución natural de la población en el mercado laboral. Desde 2014 el descenso de los cotizantes más jóvenes parece contenido. Incluso en octubre se contabilizaron 2.300 afiliados más de hasta 29 años que cuatro años atrás. Lo que dejaría una media de 770 nuevos cotizantes de estas edades al año. En los mayores de 55 años, que mes a mes marcan récord, el incremento desde 2014 supera los 24.000, unos 8.000 por ejercicio. Diez veces más, por lo tanto, que los jóvenes que entran en la Seguridad Social.

Compartir el artículo

stats