El Impuesto de Sociedades es a a las empresas lo que el IRPF supone para las personas. Gravan la renta, la diferencia entre ingresos y gastos en el caso de las compañías, entidades sin ánimo de lucro, fundaciones o vehículos de inversión, que pagan hasta un 25% de su beneficio a las arcas del fisco. La crisis fue una pesada losa sobre los dos tributos. Con la reducción histórica de la ocupación y la merma salarial, el IRPF cayó en picado. El parón de la actividad provocó el mismo efecto en la aportación de las empresas. Y a ambos también les tocó aguantar las subidas de tipos encaminadas a reforzar los ingresos públicos. La salida de la doble recesión y la vuelta al crecimiento empujan los resultados empresariales y con ellos va también el principal impuesto de las empresas, con Galicia a la cabeza. La comunidad lidera el alza de Sociedades. Entre enero y octubre suma 903,4 millones de euros, un 21,6% más -160,7 millones de incremento- que en el mismo periodo de 2016.
Es el mejor dato del impuesto en Galicia en los últimos nueve años. Todavía está lejos de alcanzar los más de 1.100 millones con los que contribuía a estas alturas del ejercicio en 2008; y mucho más de los 1.400 millones de 2007, en plena bonanza. Pero en comparación con el mínimo registrado en 2013, los ingresos de Sociedades en la comunidad aumentan un 40%.
El ascenso en Galicia multiplica por cuatro la media nacional, del 5,4%. Por detrás de la región aparecen Canarias y Valencia, las dos con incrementos del 20,1%; seguidas de Andalucía (15%) y Navarra (12,5%).
La evolución del Impuesto de Sociedades ha servido para que Galicia abandone los puestos de cola que, hasta ahora, ocupaba en los ingresos fiscales. El total de la recaudación avanza un 5,1% -se sitúa en más de 5.640 millones de euros-, frente al 3,7% del conjunto del Estado, un dato muy influenciado por el comportamiento de Madrid y Cataluña, que concentran el 60% de la caja de la Agencia Tributaria. En Madrid, la subida de la recaudación en lo que va de año es del 2,4%, en el antepenúltimo lugar. Cataluña ocupa penúltimo, con solo un 1,6% más y un desplome en el caso concreto de Sociedades del 19,4%.
¿Por qué Galicia, con ese notable despegue del impuesto a la empresas, no se coloca entre las regiones con mayor alza de toda la cesta fiscal? Por el resbalón del IVA. Baja un 4,4%, hasta los 2.052 millones de euros, mientras en el resto del país mejora un 1,5%. La recaudación por IRPF sigue más o menos en la media, un 6,9% (2.304 millones). Los Especiales -repercutidos, entre otros productos, en tabaco, la electricidad o los combustibles- pegan otro fuerte subidón del 33% (109,3 millones de euros); y el capítulo de intereses por deudas tributarias, recargos o sanciones se mantiene igualmente en cifras elevadas: aumenta un 25,4% en Galicia y supera los 72 millones de euros.
La Agencia Tributaria recibe en octubre las declaraciones mensuales habituales, las trimestrales de las pequeñas y medianas empresas y el segundo pago a cuenta de Sociedades, correspondiente al periodo comprendido entre abril y septiembre. Así que es el mes más fuerte en recaudación de todo el año y marca la tendencia para el resto del ejercicio.
