Portugal ha devuelto ya más del 60% del rescate, crece por encima de la media de la eurozona y ha bajado el paro al 8,5%. Y lo ha hecho con políticas que resultarían poco ortodoxas para los asesores de Merkel y que explica su ministro de Economía, el socialista Manuel Caldeira Cabral.
- Muchos expertos hablan del milagro económico de Portugal. ¿Cómo ha hecho para salir tan rápido del control de la troika ?
- No hubo tal milagro, sino un país que redujo durante muchos años su crecimiento por una política de austeridad, y la hemos cambiado. Mudamos el discurso: de una política de austeridad a una responsable de reducción del déficit y consolidación fiscal, pero a un ritmo que permitiese el crecimiento económico del país. No hicimos una política expansiva, pero sí retiramos la parte contraccionista.
- ¿Y qué pasó?
- Fue muy interesante, porque [la economía] se aceleró del 1% al 3%. A final de este año quedará en el 2,6%, que será la mayor tasa de crecimiento de este siglo en Portugal. Conseguimos esto principalmente por la inversión, que está creciendo más del 10%, las exportaciones, que avanzan cerca del 12%, y el consumo privado, que lo está haciendo en cerca del 2%. Esto nos sirvió para dar más confianza a los inversores, tanto extranjeros como portugueses. Estos instrumentos de financiación han permitido que aquellos que querían invertir pero no tenían instrumentos para hacerlo hayan podido ejecutar sus planes. Estamos hablando de líneas más económicas, y los bancos, dado que tienen aval del Estado, están dispuestos a ofrecer plazos de amortización más largos.
- Que fue uno de los grandes problemas de las empresas.
- En Portugal y Galicia. Las empresas tenían proyectos interesantes, bien planteados pero mal financiadas. Porque si la inversión no va a tener retorno antes de los ocho años no puede tener un plazo de devolución más corto.
- Y una simplificación administrativa.
- Hemos implantado el Programa Simplex para facilitar la inversión y la actividad económica reduciendo la burocracia y creando más servicios online, así los empresarios y ciudadanos pueden resolver sus problemas en internet con sus teléfonos móviles, sin tener que acudir a edificios públicos y perder tiempo. Todo lo que sea simplificar los trámites lo estamos haciendo. Eso es verdadero sentido de Estado.
- Hay dos Europas, por lo que me dice. Una que sigue defendiendo las políticas duras de austeridad, y otra que las ha relajado. ¿Puede ser Portugal un ejemplo para cambiar la idea de los primeros?
- En Europa ha habido un cambio y ahora es más favorable a relajar las medidas de austeridad que hace dos años. Eso revierte en un mayor crecimiento en Europa. España está creciendo bien, y espero que siga siendo así. Para nosotros el crecimiento de España es vital porque es nuestro principal socio comercial y proveedor; si España va bien, eso ayudará a Portugal. El desempleo en Portugal ha descendido muchísimo, del 12,5% al 8,5%, y hemos sido el segundo país de Europa con una tasa de crecimiento del empleo más alta. Perdimos mucha población con la crisis, mucho más que España.
- Y por eso falta mano de obra.
- Era población joven que ha emigrado porque no había empleo. Pero ya en 2016 la creación de empleo fue superior a la caída de desempleo, y esto es importante porque al principio sí caía el paro pero no subía la ocupación. ¿Por qué? Era gente saliendo del país. Ahora ha cambiado, hay gente regresando y la población activa crece. No queremos que Portugal pierda este capital, que vea salir a la gente joven, a los mejores, sus talentos... Tenemos mucha determinación con este tema, que haya inversión que requiera talento, apoyo a las startups? Y tenemos ejemplos de firmas tecnológicas que han invertido en los últimos meses en Portugal.
- Estaba pensando en Bosch.
- Es un ejemplo muy interesante, porque está haciendo una expansión muy grande en Braga y va a crear 1.000 empleos, y 600 en un área de investigación de desarrollo de ingeniería en colaboración con la universidad de Minho.
- ¿Portugal hace política de competencia desleal con Galicia con precio del suelo?
- Hay algunas zonas en Portugal donde el suelo empresarial está más barato que en Galicia, pero esto se debe a una razón muy sencilla. Antes de la crisis hubo inversiones en parques industriales del norte del país, que duplicaron su capacidad. Pero vino la crisis y muchas empresas cerraron, de ahí que exista ese espacio. Se generó un exceso de oferta de suelo industrial, pero fue por razones económicas.
- No para hacer competencia...
- Sin competencia desleal. En Galicia la crisis no afectó tanto al sector industrial, por eso el suelo industrial está más caro aquí. Pero lo que está pasando entre Galicia y el norte de Portugal es más complejo e interesante.
- ¿Por qué?
- Fíjese con Inditex que, con una gestión diferente, se ha convertido en un grupo mundial. Y fue muy importante para la industria portuguesa, que produce casi un tercio de la producción de Inditex para todo el mundo. Y esta situación tiene dos vertientes: al mismo tiempo que Inditex ha contribuido al desarrollo de la industria textil portuguesa, el hecho de tener un sector de proximidad y competitivo como el nuestro ha reforzado al grupo. La respuesta rápida que demanda Inditex es imposible tenerla con Vietnam, pero con el norte de Portugal sí. Para Inditex ha sido esencial el textil de Portugal y, al mismo tiempo, estamos muy agradecidos por lo que ha hecho por nuestro sector.
- ¿Y la automoción?
- Las dos industrias [de Galicia y norte de Portugal] se ven reforzadas por el hecho de compartir proveedores. Estamos hablando de un sector de escala mundial, PSA no va a fabricar coches solo para Galicia y necesita incorporar componentes muy específicos que no pueden fabricarse todos en Porriño, porque se elevarían mucho los costes. La relación con el clúster de Portugal reforzará el sector del automóvil gallego, de la misma forma que el portugués se refuerza mucho por su vínculo con fábricas de Galicia y otras partes de España. Siempre nos habían dicho que teníamos un problema por estar en la periferia de Europa, pero no podemos hacernos más pequeños de lo que ya somos. Tenemos una eurorregión grande, con una población de más de seis millones de habitantes, un tejido industrial muy fuerte? Los sindicatos deberían estar contentos: se está creando un polo muy fuerte entre Galicia y el norte de Portugal, con complementariedades evidentes, para competir a nivel global.
