El expediente de regulación que pondrá en marcha Evo Banco afectaría a entre 260 y 270 empleados, lo que supone entre el 56% y el 60% de su plantilla, absorbida de la antigua red exterior de NCG, e implicaría el cierre de unas 39 oficinas, correspondientes a casi el 90% del total, según trasladó ayer la entidad a los representantes de los trabajadores. Su objetivo es mantener solo cinco sucursales en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao. Los sindicatos han pedido la dimisión de su consejero delegado, Enrique Tellado.