Al sector financiero le quedan un par de materias pendientes de aprobar para sacar el título de la recuperación. Lo dice su tutor, el Banco de España. Persiste el "exceso de capacidad" -en otras palabras, hay demasiadas oficinas- y la eficiencia es "mejorable", en un entorno con no pocas incertidumbres, según afirmaba hace unas semanas el subgobernador, Javier Alonso, en referencia a la rentabilidad y el crédito, "aún en tasas negativas". Sí. La financiación al tejido productivo sigue en números rojos tras siete largos años de reconversión del sistema, aunque aparecen ya síntomas de lo que podría ser un cambio de tendencia. Los préstamos amortiguan su caída en el segundo trimestre del año, con un descenso del 0,4%, según los datos publicados ayer por el propio supervisor, e incluso empiezan a crecer en nueve comunidades. No es el caso de Galicia, donde el importe sigue a la baja. Entre abril y junio el crédito descendió un 1,6%, el triple, por lo tanto, que la media nacional, y el tercer mayor recorte tras Asturias (2%) y Murcia (2,9%).
La financiación en vigor al cierre de junio de este 2017 se situó en la comunidad en 41.443 millones de euros. Son 675 millones menos que en marzo, a ritmo de unos 7,5 millones de euros al día. En comparación con el mismo periodo del pasado ejercicio, Galicia se quedó con 2.264 millones de euros. El desplome anual roza el 5,2%, frente al 3,7% del conjunto del Estado. Una prueba clara de que los vencimientos de préstamos anteriores son muy superiores a las nuevas operaciones firmadas.
En estos momentos, como recogen las estadísticas históricas del Banco de España, el crédito en Galicia retrocede al menor nivel de los últimos doce años, desde junio de 2005. ¿Y cuál es la evolución desde los máximos registrados en 2010, antes de la fusión de las dos cajas gallegas? Un descenso del 42,5%, alrededor de 30.500 millones de euros, equivalente a algo más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) regional.
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La caída es más intensa entre los hogares y las empresas, un 1,7%, hasta los 38.944 millones de euros, que en lo préstamos concedidos a las administraciones públicas, que manejan 2.499 millones de euros, un 1,1% menos que en el primer trimestre del año. Detrás de la evolución está lo ocurrido con la financiación en la provincia de A Coruña, que pierde cerca de un 5% del montante, mientras que en Pontevedra aumentó un 0,9%, un 4,6% en Ourense y un 1,7% en Lugo.
Además de Galicia, Asturias y Murcia, el crédito disminuye en Andalucía (1,3%), Navarra (0,9%), Canarias (0,7%), Baleares (0,6%) y Valencia (0,3%). Sube en La Rioja (5%), Aragón (2,5%), Castilla y León (2,4%), Extremadura (1,7%), Madrid (1,5%), Castilla-La Mancha (1,2%), País Vasco (1%), Cataluña (0,9%) y Cantabria (0,4%).
Los depósitos, en cambio, recuperan la senda alcista. Suman en Galicia 60.098 millones de euros, un 0,5% más (305 millones) que en marzo y un 1,1% (645 millones) por encima de junio de 2016. El incremento se nota sobre todo en el sector público. Sus ahorros avanzan un 3,9%, con casi 2.600 millones. Hogares y compañías alcanzan los 57.501 millones después de una subida del 0,3%.
