Los expresidentes de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Fernández Alvariño y Antonio Dieter Moure reclamaron esta mañana la dimisión del actual dirigente de la patronal gallega, Antón Arias, y que un órgano colegiado la que lleve las riendas de la organización.

Aunque las discrepancias con el actual presidente de la CEG vienen ya de lejos, por una llegada al poder critican que “parte de una deslealtad” y las discrepancias en cuestiones como la reforma laboral o subidas generalizadas de salarios, los acontecimientos de las últimas semanas han precipitado esta decisión. En concreto, Arias se mostró partidario de realizar una celebración de un referéndum pactado en Cataluña, una opinión que los expresidentes consideran que va en contra de la Constitución. “Su opinión sobre el tema catalán pidiendo una relación de tú a tú con España ha sido la gota que ha colmado el vaso”, espetó Fernández Alvariño, que añadió que “no se trata de una opinión particular, porque en el ejercicio de su cargo está representando a los empresarios gallegos y estas declaraciones son contrarias al compromiso constitucional de la CEG”.

La dimisión de Arias implicaría la toma de las riendas de la patronal gallega por parte de la actual junta de vicepresidentes, pero no la celebración de nuevas elecciones, por lo que durante los tres años que todavía restan de mandato a Arias sería este órgano colegiado el encargado de la toma de decisiones.

Esta división en torno al desafío catalán supone, a juicio de los dos expresidentes, una sombra más en torno a la gestión de la actual presidente, que Dieter califica de “completamente irregular”. “No ha sido presentado el presupuesto del ejercicio 2017, no se han aprobado las cuentas del 2016”. “Parece que se quiera tapar algo”, remacha Dieter.