El sector inmobiliario despierta de casi una década de letargo y lo hace con repuntes de ventas y escalada de precios y alquileres. Esta situación, unida al erial de rentabilidades con el que se topan los ahorradores en productos populares como los depósitos bancarios o los fondos de inversión más conservadores, está reavivando el apetito por la inversión en vivienda, al calor de las perspectivas de una fuerte demanda del alquiler y de futuras subidas de precio. Sin embargo, la inversión en vivienda para su posterior arrendamiento no brinda los mismos frutos en todas las comunidades y, en Galicia, son los más escasos de todo el país.

Así lo revela el último informe publicado por el portal inmobiliario Fotocasa, que elabora el cálculo de la rentabilidad luego de dividir la anualidad del alquiler por metro cuadrado por su precio de adquisición. Según el estudio, Galicia es la peor comunidad para invertir en vivienda para su alquiler, ya que su rentabilidad (del 4,2%) se sitúa a la cola de la clasificación estatal. En País Vasco, la comunidad que la antecede en esta tabla, genera unos rendimientos del 4,8%, mientras que la media nacional encadena su cuarto ejercicio al alza y se sitúa en el 5,7%.

En el lado opuesto de la clasificación se sitúan las dos mayores comunidades españolas en términos de PIB (Cataluña y Madrid) y Canarias, en donde la rentabilidad se va hasta el 6,6%, 5,9% y 6%, respectivamente. El mapa del mercado para la vivienda en alquiler revela dos tendencias. La primera, que son precisamente aquellas comunidades que mayor número de visitantes reciben las que lideran la tabla de rentabilidad de la inversión en vivienda para alquiler. La segunda, que la escalada que se ha registrado en los precios de los alquileres en los últimos años supera con holgura a la protagonizada por la vivienda en propiedad.

Detrás de esta última dinámica se encuentra el cambio de tendencia vivido en la sociedad española, que en los últimos años ha dado de manera progresiva un giro de propietarios de vivienda a inquilinos. Según los datos de Eurostat, en el año 2007 el 80,1% de los españoles era propietario de vivienda, un porcentaje que en la última década ha descendido hasta situarse en el 77,1% al cierre del año pasado -cifra, no obstante, superior a la media del 66,4% de la zona euro-.

Existen dos factores que explican esta dinámica. En primer lugar, una situación económica en la que los colectivos más jóvenes sufren dificultades para la compra de vivienda, algo que. unido a la movilidad geográfica, disuade la intención de comprar vivienda. Al estancamiento de los salarios especialmente en estas franjas de edad, se une otro factor, como es el progresivo retraso de la edad en la que se contrae matrimonio.

Por ciudades

El informe de Fotocasa incluye un desglose de la rentabilidad de la vivienda en alquiler a lo largo de los mayores municipios españoles y, nuevamente, las grandes urbes gallegas copan los últimos puestos. A la cola de esta clasificación se sitúa A Coruña, en donde los rendimientos de este tipo de inversión caen drásticamente desde el 5,1% de 2016 hasta el 3,9% actual. Vigo, por su parte, se sitúa en antepenúltima posición, con el 4,4%, ligeramente por encima de la media gallega.

Estas reducidas rentabilidades pueden llegar a serlo más aún. La razón se encuentra en que el cálculo de la rentabilidad se calcula suponiendo que la vivienda permanece alquilada los 12 meses del año, algo que difícilmente ocurre, y, además, excluye los gastos en reparaciones y mantenimiento con los que acarrea el arrendador. La otra cara de la moneda, los rendimientos que generan los inmuebles por su revalorización de cara a una futura venta.