La jugosa concesión hasta 2037 de las inspecciones técnicas de vehículos en Galicia, las ITV, cambia de manos. Applus desembolsa 89 millones de euros para hacerse con el 80% de las acciones de Inversiones Finisterre, la compañía encargada del negocio en la comunidad a través de Supervisión y Control (SyC). La operación incluye la filial en Costa Rica, también con una concesión en vigor hasta 2022, y el compromiso de mantener la totalidad del empleo, unos 900 trabajadores -500 en territorio gallego-, las inversiones previstas y la marca. Applus ha recurrido a una ampliación de capital del 10% y una colocación acelerada de los nuevos títulos entre inversores institucionales para financiar esta adquisición "estratégica", según Fernando Basabe, su CEO. Los hasta ahora dueños de la firma, el empresario Amador de Castro y la familia de Epifanio Campo, valoran al comprador como "el mejor" y aprovecharán las importantes ganancias para "fortalecer el holding" que agrupa el resto de sus negocios en Galicia, especialmente el área inmobiliaria y la planta de tratamiento de residuos industriales peligrosos, Sogarisa.

SyC, que en 2016 alcanzó una facturación de casi 45,6 millones de euros y un beneficio de 15,6 millones, cuenta con 25 estaciones fijas y 10 móviles para el servicio exclusivo de las ITV en Galicia. Aunque la concesión finaliza en 2023, el contrato contempla la posible prórroga hasta 2037 de cuatro en cuatro años. En el caso del negocio costarricense, con 13 fijas y 4 unidades móviles, la concesión vence en julio de 2022 y Applus controlará el 44% del capital. Aunque Inversiones Finisterre está presente además en Buenos Aires, la intención de sus todavía dueños es vender la filial argentina a otro operador.

Fomento de Iniciativas, la sociedad que comparten De Castro y los herederos de Campo, mantendrá un 20% de la sociedad para "facilitar la transición, continuidad y expansión del negocio". Se sentarán en el consejo de administración "en proporción" a su porción de capital, aseguran fuentes de la compañía. En julio de 2022, cuando precisamente expira la concesión en Costa Rica, Applus podría sumar también ese 20%. El acuerdo "establece un mecanismo" para la potencial compra "sujeto a que se produzcan determinados eventos", como señalan la explicaciones sobre la operación remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A la espera del visto bueno de las autoridades de competencia, el cierre de la transacción está previsto para antes de que acabe este año.

Applus incrementa así su ya relevante actividad en España y da un paso más en su expansión, con 9 países en total. En 2016 realizó 16 millones de inspecciones de vehículos. "Es el origen del grupo y con esta adquisición incrementamos nuestra cifra anual a 20 millones, reforzando así nuestro liderazgo global", asegura Basabe. "La estabilidad y visibilidad de los ingresos y su buena generación de caja -añade- nos ayudan a compensar nuestras distintas líneas de negocio, así como a incrementar el margen del grupo". Con SyC y Costa Rica contempla unos ingresos en este 2017 de 74 millones.

Ambas partes son viejas conocidas. Inversiones Finisterre y Applus compartieron una joint venture entre 1996 y 2004 para el desarrollo del mercado de las ITV. Los vendedores resaltan la fuerte implantación de Applus en Galicia -entre otros, dispone de un centro en O Porriño- y sus orígenes aquí, fundada a partir de Norcontrol, en su momento filial de mantenimiento de Unión Fenosa.