Los bancos acreedores de la cadena de tiendas gallega O Zapatazo, agrupadas en torno a una decena de sociedades mercantiles, han rechazado el convenio propuesto por la compañía fundada por Antonio Vedo, que entra ahora en fase de liquidación. La cadena había planteado un plan de cierres selectivo entre sus más de 50 establecimientos para sortear este escenario, como avanzó FARO en exclusiva hace un mes. Fuentes próximas al grupo explicaron que no pudo hacer frente a la caída de las ventas, causa que se llevó también por delante a compañías como la viguesa Avelino González, Ursulitas o Tino González y puso en dificultades a Marypaz. En agosto el escenario "más probable" que barajaba la compañía ya era el del cierre total, y todas las tiendas contactadas por este periódico tenían los carteles de liquidación de stock. La deuda ronda los 23 millones de euros.
Con más de 150 trabajadores en plantilla, el objetivo ahora pasa por buscar una "salida" a algunas de las tiendas, sobre todo aquellas mejor situadas, con rentas de alquiler asequibles y mejor dotadas para continuar en el negocio de la marroquinería. Como en otros casos O Zapatazo trató de llevar su modelo a toda España, una expansión que, junto con las menores ventas, no tuvo éxito. "Al principio era un modelo con zapaterías pequeñas, de pueblo, pero se extendieron por toda España e incluso en centros comerciales". A día de hoy permanecen abiertas tiendas en Redondela, Moaña, Cangas, Bueu, Baiona, Marín, Poio, Pontevedra, O Grove o Viveiro. Shoes Piel, Enterprise Group Century, Franquicias Multinacionales, Master's Fashion, Last Stop, Soluciones en Franquicia y SA Mercantil Europea 2089, vinculadas entre sí, están en concurso desde diciembre de 2015.
El plan que tienen las tiendas, de acuerdo a algunos trabajadores, es de liquidar stock hasta después de Navidad, aunque es posible que no tengan mercancía para "aguantar" tantas semanas. "Imagino que nos quitarán o traerán mercancía, como hasta ahora, para que la tengan las tiendas que más venden. A mí me trajeron cosas del año pasado", expuso una de las empleadas a preguntas de este periódico
El pasado mayo el Tribunal Superior de Castilla y León dictó un fallo relativo al despido de una empleada de la cadena en Salamanca por causas objetivas. "La empresa ha sufrido las consecuencias se ha visto abocada a una situación en la que no es capaz de cumplir regularmente con sus obligaciones exigibles debido al descenso de la demanda del producto", expuso la empresa, como recoge la sentencia. Shoes Piel -añade- cerró con pérdidas superiores a los dos millones de euros, y los números rojos se repitieron en las demás firmas vinculadas. Shoes Piel facturó más de veinte millones en 2012; tres años después los ingresos cayeron por debajo de los 10 millones. Entre todas las firmas del grupo la facturación superó los 25 millones en 2015. "Las empresas de calzado tienen que comprar mucho stock para vender un par de botas", lo que obliga a adelantar dinero a fabricantes y a asumir la mercancía que sobra.
