La titular del Juzgado de Primera instancia Número 7 de Vigo ha ratificado la medida cautelar adoptada a principios de verano por la que ordenó el embargo de los equipamientos de la plataforma de Magallanes Renovables, un artefacto construido para generar energía a partir de las olas, y que lleva meses esperando en el Puerto de Vigo para poder partir hacia aguas escocesas para la realización de pruebas.

El origen de esta medida está en el litigio que enfrenta a Magallanes Renovables con el astillero Francisco Cardama. Así, en abril de 2013, Magallanes y Cardama, junto con una tercera empresa de diseño naval (CNV Naval Architects), suscribieron un acuerdo de colaboración para llevar adelante este proyecto.

Dicha iniciativa logró una subvención del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) de casi 2 millones de euros, que se iban entregando a medida que se justificaban los trabajos realizados. En 2014 se registró una diferencia entre los gastos presupuestados por Cardama y los justificados, de manera que el CDTI pagó, como anticipo de la subvención, 120.866 euros de más, que Magallanes tuvo que devolver.

La firma demandó al astillero y el juzgado estimó solo parcialmente la demanda, condenando a Cardama a pagar algo más de 1.500 euros, al tiempo que declaró que la demandante "dio por concluido" el acuerdo que tenía con Cardama y con CNV Naval Architects, "de manera unilateral", aunque "el proyecto no llegó a concluirse" (de hecho, Magallanes se alió con otro socio después, la empresa metalúrgica Ganain, que construyó finalmente otro artefacto, botado en abril pasado).

La magistrada declaró entonces que el acuerdo de abril de 2013 por el que se formalizó el consorcio tiene "plena vigencia" y condenó a Magallanes a "estar y pasar por dicha declaración, dando cumplimiento a las obligaciones derivadas" de ese acuerdo. En virtud de esa resolución, en junio pasado estableció el embargo de los equipamientos de la plataforma construida.

Magallanes se opuso a esa decisión, pero el juzgado ha ratificado la medida y ha recalcado que se adoptó para "asegurar la efectividad del cumplimiento de un acuerdo cuya vigencia se mantuvo en la sentencia", y dado que ese acuerdo contemplaba la aportación, por parte de Cardama, de una maquinaria que iba a ser instalada en un artefacto y, finalmente, se instaló en otro (en el que Ganain acabó construyendo para Magallanes Renovables).