A media milla del puerto de Vigo, y sujeta a la ría con dos fuertes anclajes, reposa pura innovación. "Todo es un test, todo hay que innovarlo. Necesita apertura de miras". Son 350 toneladas y 45 metros de eslora de plataforma Magallanes, un artefacto con el que la compañía redondelana Magallanes Renovables aspira a generar energía con las corrientes del mar. El secreto está en el calado, de 25 metros de profundidad, donde en tres semanas se instalarán dos rotores de 19 metros de diámetro. "Es como un aerogenerador boca abajo". Pero entregado al vaivén del mar. El director general y principal accionista de la compañía, Alejandro Marques de Magallanes, actuó ayer de anfitrión de los máximos responsables del Centro Europeo de Energía Marina (EMEC), que testará la plataforma el año que viene en las Islas Orcadas (Escocia). " I'm impressed" (estoy impresionado), confesó el director general de la institución, Neil Kermode, a bordo de la nave.

Cómo está anclado, cómo se comunica con tierra, cómo extraerá la energía, cómo garantiza la habitabilidad, cuáles son las medidas de seguridad... La delegación de la EMEC hizo todas las preguntas; los técnicos e ingenieros de Magallanes (son ocho personas) dieron todas las respuestas. De momento, y en un espacio controlado, tres antenas wifi, GPRS y un localizador AIS ( Automatic Identification System) mantienen la nave comunicada con Capitanía Marítima de Vigo y la sede de la empresa. Cuando llegue a las Orcadas se incluirá un cable de fibra. "La seguridad es primordial, todos los sistemas están por duplicado", explicó el director del proyecto, Mario Iglesias. Los dos metros que pueden alcanzar las olas dentro de la ría serán anecdóticos tanto al norte de Escocia como allá donde Magallanes Renovables logre exportar su tecnología.

Neil Kermode acudió acompañado de su número dos, Jonathan Lindsay, y el capitán David Thomson, director general de Orcades Marine Management Consultants, una de las compañías que trabajan para la EMEC. Los dos últimos bajaron (con los ingenieros David Román y Marta García) los mismos quince metros que tendrán que hacer los buzos para anclar las palas al casco. "Estamos desarrollando el sistema con el que podremos realizar la instalación, porque será complejo a nivel logístico". Resignados a la innovación, "el aprendizaje es constante" y la compañía tuvo que resolver ya incidencias como la elevada humedad dentro de la plataforma. Y quedó resuelta, pero es que nunca se había hecho un artefacto como el Atir

Así se construyó la plataforma Magallanes // Magallanes Renovables

La estabilidad de la Plataforma Magallanes

La nave incluye espacios para 180 toneladas de agua que servirán para equilibrarla en todo momento. "Se moverán para gestionar el equilibrio" y garantizar la seguridad y operatividad. "Si es necesario se puede traspasar todo el agua de un tanque a otro", de proa a popa; la plataforma irá anclada y tendrá que adaptarse a las condiciones meteorológicas. El conducto que unirá el artefacto a las instalaciones de la EMEC está diseñado para que, ante cualquier incidencia grave, no perjudique ni al centro escocés ni a la Atir. "Llevará secciones para que puedan soltarse".

Los hidrogeneradores se testarán en primer lugar dentro de la ría y las palas arrancarán con la ayuda de un remolcador. "Nuestro primer objetivo -dice Iglesias- es chequear que los equipos funcionan perfectamente con ensayos en estático", para comprobarlos a continuación con la plataforma en movimiento. El último y gran objetivo es la realización de un estudio de mercado. La intención es comercializar el proyecto como una iniciativa más que reduzca la dependencia de las energías fósiles y ofrezca, a fin de cuentas, un rendimiento a la apuesta de Magallanes Renovables. En todo caso la inversión trasciende a una única empresa en tanto pretende "abrir las posibilidades de la energía de las mareas a todas las ciudades costeras de la Unión Europea". La de Redondela, socia de IM Future, Leask Marine y la propia EMEC, es aquí un "conejillo de indias".

"Hay muchas cosas que nunca se han hecho, como la instalación de palas a quince metros de profundidad. Cualquier movimiento que hacemos es pura innovación". Como los compresores de aceite que hacen que las palas sean orientables, una tecnología nacida también con el alumbramiento de este proyecto. "Se pueden dejar sin ninguna resistencia al mar en caso de que existan problemas". Esta instalación fue una de las que más llamó la atención a los invitados Kermode, Lindsay y Thomson. "Hay mucho trabajo aquí, está muy bien pensado", dijeron. Aprobado pues, y con nota.