El mercado inmobiliario resurge en España con las cicatrices de la crisis todavía presentes. La recesión obligó al sector a ajustar a la baja los precios en un esfuerzo que ha permitido reducir el stock de vivienda vacía y sentar las bases de la recuperación que está viviendo en estos momentos. El precio de la vivienda rebota un 5,6% en el conjunto de España en los últimos doce meses, llegando al 9,3% y al 10,9% en Cataluña y Madrid, respectivamente. Galicia, aunque se une al avance de los precios, lo hace en el furgón de cola: la subida se modera hasta el 1%, según los datos del segundo trimestre que hizo públicos ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los precios de la vivienda continúan su proceso de recuperación de los niveles precrisis en la comunidad, pero el alza de precio se enfría hasta provocar que este sea su menor ritmo de crecimiento interanual en dos años y que aleje del rebote en el resto de España, en donde lo hace a un 5,6%. Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), argumenta que la moderación en el repunte de los precios que se vive en la comunidad está en consonancia con otros elementos como "el menor volumen de operaciones de compraventa o la menor presencia de la inversión extranjera", además de un trasvase de la demanda hacia el mercado del alquiler.

Desde el sector resaltan que la tendencia no se distribuye por igual en toda la comunidad y que la cifra de crecimiento de los precios encierra dos realidades. Una, la de los pequeños núcleos poblacionales en los que, como detalla Javier Garrido, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Galicia (Aproin), "el precio de vivienda libre llega a ser incluso inferior al de la protegida en muchas ocasiones" por la dificultad para atraer a nuevos habitantes. La falta de empuje de la demanda en estas zonas contrasta con la pujanza de grandes ciudades, con Vigo a la cabeza. Benito Iglesias resalta las rigideces en la oferta que se están produciendo en las grandes urbes gallegas y, especialmente, sobre la ciudad olívica, y que afectan por dos vertientes. Por un lado, "la ausencia de un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que dote de seguridad jurídica al sector y anime la construcción de nuevas viviendas" con los que dar cabida a la demanda. Por otro, los hilos que conectan los precios de la vivienda con los del alquiler. Y es que el alza en los alquileres que se está produciendo de manera especialmente intensa en las ciudades está impulsando la compra de vivienda con la intención de, posteriormente, arrendarla y obtener así una rentabilidad.

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Iglesias, además, observa un cambio estructural en el mercado de la vivienda, al destacar que tres de cuatro operaciones inmobiliarias que se producen en la comunidad ya son de alquiler. que emergen con fuerza. "La movilidad geográfica, la dificultad, en algunos casos, de acceso a financiación y la irrupción del alquiler de viviendas para el mercado turístico" son los principales motivos que se encuentran detrás de este giro, según el presidente de Fegein.

Camino por recorrer

El alza de precios en la vivienda que se está produciendo en los últimos años no es suficiente todavía para devolverlos a los máximos que tocaron antes de la crisis. Los precios tanto en Galicia como en el conjunto del Estado se sitúan un 27% por debajo de los picos marcados en los años 2007 y 2008.

En el caso de la comunidad gallega, los precios de la vivienda de segunda mano son los que más han padecido los efectos de la recesión. Todavía deben ascender un 34,7% para alcanzar sus máximos, un recorrido que es casi el doble que el que le resta a la vivienda nueva, que es del 19,1%. Pese a que el ajuste de precios fue casi de la misma intensidad en ambos tipos, la recuperación está teniendo dos caras. Así, en el último año el importe de las operaciones de viviendas nueva crece un 2%, un ritmo que duplica al de las de segunda mano, que registran un avance del 0,9%.

El grado de escalada de los precios de la vivienda difiere de forma considerable en las grandes ciudades gallegas. El avance del 6,6% registrado en Vigo contrasta con el descenso del 5,2% en A Coruña o del 2,9% en Lugo. La caída de precios registrada en la ciudad herculina ha provocado que Santiago de Compostela la releve como la ciudad gallega con los precios por metro cuadrado más elevados. En la capital gallega se paga el metro cuadrado a 1.523,5 euros, frente a los 1.511,6 a los que se intercambia en A Coruña. En el escalón más bajo de este particular podio se encuentra Vigo, en donde, a pesar del reciente rebote, el precio por metro cuadrado se sitúa en los 1.377,6 euros, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, relativos al primer trimestre del año. En el lado opuesto se sitúa Ferrol, con un precio casi tres veces inferior al de Santiago: 658,2 euros el metro cuadrado.