Lo único que CCOO salva de la futura ley con la que la Xunta quiere incentivar las inversiones empresariales en suelo gallego y hacer frente a la creciente competencia del norte de Portugal es el reconocimiento "de las dificultades de la comunidad". El resto, porque "el problema no está identificado" y "las propuestas están desenfocadas", está "abocado al fracaso", según su secretario xeral. "Es pobre", critica Ramón Sarmiento, que lamenta que no se haya consultado el texto -una propuesta de ley del grupo parlamentario del PPdeG- con los agentes sociales.