La comarca de la Margen Izquierda del Nervión, en Bizkaia, afronta con inquietud y cierto temor el futuro del astillero de La Naval, tras más de un siglo navegando juntos, sin querer imaginar un cierre que provocaría un enorme impacto económico y social en la zona. Ahora, con un concurso de acreedores en el horizonte, que no es "la situación más óptima", se abre un "nuevo escenario" que, a juicio del alcalde de Sestao, Josu Bergara. "Hay que gestionar con cabeza y la máxima profesionalidad" para no llegar a un cierre que nadie quiere plantearse.

El presidente del comité de empresa, José Pedro González, asegura que el astillero está ahora "peor que entonces" [por los años 2013 y 2014, cuando no tenía carga de trabajo] por la "pésima" gestión de Ingeteam y de Astilleros Murueta, los socios mayoritarios que "son los que han estado gobernando La Naval durante estos años". "Esperemos no tener que hablar del cierre de La Naval", ha confiado González, que considera que la salida a los problemas que atraviesa la compañía pasa porque "aparezca alguien que se quiera quedar con el astillero".