Iberia planteó ayer a los sindicatos un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) voluntario para un máximo de 955 trabajadores. El colectivo que sufrirá un mayor ajuste será el de personal de tierra, para el que la propuesta incluye una reducción de 715 empleos. El resto se repartirán entre tripulantes de cabina (170 personas) y 70 pilotos. El próximo encuentro entre las partes de esta negociación que se prolongará un mes se ha fijado para el martes.

Iberia pactó en 2014 un ERE voluntario para un máximo de 1.427 trabajadores de los colectivos de tierra y pilotos (cuya vigencia finaliza el 31 de diciembre de 2017), acordado con sindicatos mayoritarios firmantes del acuerdo de mediación de Jaime Montalvo. La plantilla ronda los 17.800 trabajadores, donde el personal de tierra sigue siendo el más elevado (13.200 trabajadores).