La compra de Ibérica de Congelados (Iberconsa) supuso el bautismo en la industria pesquera gallega para los fondos de capital riesgo. Lo habían intentado antes con Pescanova (KKR, Ergon o Luxempart) y la tendencia continuó con la coruñesa Discefa, especializada en pulpo. Desde que pasó a manos de Portobello Capital, Iberconsa casi ha duplicado su capacidad pesquera y podrá convertirse en la primera operadora de langostino en Argentina si prosperan las negociaciones para hacerse con Pesquera Santa Cruz. En diciembre se cumplirán dos años desde la entrada de los nuevos socios, que aprecian todavía una gran capacidad de expansión en la firma de Teis (Vigo). "El plan para los próximos tres a seis años es aportar mayor valor añadido a la compañía y después venderla".
El socio de Portobello y consejero de Iberconsa Juan Luis Ramírez Belaustegui descarta así una "salida rápida" del accionariado, en una estrategia similar a la emprendida con Angulas Aguinaga. En este caso la compra se produjo en julio de 2015, y la permanencia del fondo se prolongará también durante al menos cinco años. "Es bueno proteger una joya como Angulas Aguinaga", para la que prevé una facturación superior a los 250 millones en 2020 (el año pasado llegó a los 150). En el informe especial Seafood's Top Dealmakers, del portal especializado Undercurrent News, Ramírez Belaustegui sitúa a la firma vasca entre las "últimas" en su calendario de desinversiones. En cuanto a Iberconsa, asegura que el comprador será "probablemente" de Asia, EE UU o Noruega.
La actividad de la pesquera viguesa pilota principalmente sobre la merluza (de la que es líder) y el langostino, y ha reforzado ambos segmentos de actividad desde la entrada del nuevo propietario. El año pasado invirtió 26 millones en la compra de cuatro buques y la instalación de sistemas IQF ( Individual Quick Freezing) en las plantas de procesado de Puerto Madryn (Argentina) y Walvis Bay (Namibia). Además destinó 3,5 millones a la reforma casi completa del arrastrero Pescargen V, reformado en las gradas de Freire Shipyard. El objetivo de Portobello Capital ahora pasa por la adquisición de una factoría de procesado en Galicia que le permita dar mayor valor añadido a su oferta.
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Al margen de las cábalas del sector, en la industria se concibe el de Iberconsa como el único proyecto capaz de aproximarse al tamaño de Pescanova. "Si compra una factoría que le aporte 100 millones extra de volumen de negocio estará todavía muy lejos, y lo mismo si se hace con dos". Por eso la participación del fondo en el proceso de desinversión de la banca en la multinacional de Chapela no suena descabellado, tanto por la capacidad industrial que tiene Pescanova en España como por su penetración en el sector retail. Los bancos acreedores no quieren sacarla a Bolsa, como avanzó FARO, y prevén salir del accionariado antes de 2020.
Iberconsa acompañó el esfuerzo inversor con un incremento de la facturación, que el año pasado superó los 200 millones de euros. Comercializó 51.000 toneladas de producto, por debajo de los registros del año anterior, caída que compensó con un incremento de los precios, al igual que prácticamente el conjunto del sector.
