La conservera Hijos de Carlos Albo quiere ser una marca reconocida en China y ha dado sus primeros pasos para poder lograrlo. La compañía viguesa se presentó esta semana en sociedad durante la feria World Seafood de Shanghái, evento en el que participaron representantes de treinta países y en el que Albo cosechó "alabanzas". El chino es un mercado de 1.300 millones de habitantes en el que el atún enlatado aspira a ser uno de los productos estrella para los consumidores.

La presentación de Albo en esta feria corrió a cargo de Pu Shaohua, presidente del holding Shanghai Fisheries General Corp. Una de sus filiales, la cotizada Shanghai Kaichuang Marine International, fue la que adquirió la conservera el año pasado por 61 millones de euros. El conglomerado industrial, controlado por el Gobierno de la provincia de Shanghái, pasó en mayo al control de la gigante Bright Food, segunda compañía alimentaria de China.

Albo facturó 317 millones de yuanes (40,35 millones de euros) y cerró el primer semestre con un beneficio neto de otros 12,48 millones de yuanes (1,6 millones de euros), como avanzó FARO en exclusiva. El empuje de la histórica marca ha llevado a Shanghai Kaichuang al mejor volumen de ingresos desde su lanzamiento, con una facturación conjunta superior a los 100 millones de euros en el mismo periodo.