En 1978 Pescanova dejaba de utilizar los servicios de la Panificadora para crear en Porriño Harinas y Sémolas del Noroeste (Hasenosa). Sería su nueva proveedora de masa para congelados y se convertiría -hasta hoy- en la compañía líder en la fabricación de harinas especiales para la industria alimentaria. Sus fundadores son descendientes del rey del pan, Antonio Valcarce García, y es la única firma del grupo Pescanova que no pasó por concurso de acreedores. Ahora, casi 40 años más tarde, sus caminos pueden separarse definitivamente. La familia Valcarce negocia la compra del "paquete de control" de la sociedad, que consta como "asociada" de Nueva Pescanova y está incluida en su perímetro de consolidación, según fuentes próximas a Hasenosa. La pesquera seguiría siendo cliente, pero no considera que su 50% del capital sea una participación "estratégica".

La propuesta iba a someterse a votación el próximo martes en junta extraordinaria, aunque se ha "anulado", como indicaron tanto desde Hasenosa como desde Pescanova, que eludieron dar un motivo. Pese a todo, y de acuerdo a personas del círculo de los Valcarce, "la operación está ya muy avanzada. Es la intención, vender su paquete, y es una transacción de mutuo interés". "En Pescanova lo tienen asumido desde hace tiempo", apuntan desde el sector de transformación de productos del mar. Los Valcarce poseen el 49,9% y no es la primera vez que habían planteado esta operación, como publicó este periódico.

Entonces (noviembre de 2014) la multinacional de Chapela selló un acuerdo con la familia Valcarce y la banca para "estabilizar el riesgo de la deuda" que había contraído, sobre todo por operaciones en las que Hasenosa -como otras filiales- actuaba de aval para préstamos de Pescanova. Los copropietarios de la compañía estaban dispuestos a asumir la deuda, pero no la "ficticia". Un año más tarde la firma porriñesa fue una de las tres (con Insuiña y Novapesca Trading) que no se integró en Pescanova España, el subgrupo de la multinacional en la que están presentes las fábricas de Galicia y Comunidad Valenciana. De hecho Hasenosa tiene su propio convenio colectivo, con lo que no se vio salpicada directamente del conflicto social que se enquistó en Chapela. Su acuerdo laboral expira en diciembre con un incremento del 1% en las nóminas.

Harinas y Sémolas del Noroeste cuenta con unos 70 trabajadores, factura más de 16 millones de euros y, al contrario que su matriz, solo estuvo en pérdidas en 2014. La actividad e innovación de Hasenosa permitió a Pescanova convertirse en primera pesquera en ofrecer productos sin gluten. Las instalaciones que ocupa a día de hoy se inauguraron el 11 de octubre de 1985. "Estas harinas son comercializadas a la industria de la alimentación que las utiliza, según sus diferentes tipos, en una amplia gama de productos que, en realidad, no tienen más límite que la propia imaginación empresarial", ilustró FARO en aquella edición.