Los representantes sindicales de Volkswagen ha instado a los políticos alemanes a que no usen al fabricante de automóviles como "arma arrojadiza" durante la campaña electoral a la presidencia alemana. Dicha petición ha llegado poco después de que el partido Demócratas Libres (FDP) pidiera que Baja Sajonia vendiera su participación de 9.000 millones de dólares (unos 7.668 millones de euros) en Volkswagen para impedir cualquier influencia estatal y permitir así al fabricante centrarse en su decaída rentabilidad.

"Volkswagen está siendo criticado, en parte de forma justificada, pero hemos de ser racionales, porque hablamos del futuro de miles de empleos. Los trabajadores están preocupados y los políticos deberían tomárselo en serio", ha señalado el líder sindical Bernd Osterloh en un comunicado.

Además, los sindicatos han afirmado que habían pedido a 120.000 empleados de la marca que firmaran un documento instando a los políticos de Berlín a no "abusar" de la compañía durante la campaña electoral.

Volkswagen lleva meses tratando de recuperarse de un escándalo de emisiones que ha costado a la compañía hasta 25.000 millones de euros.