El proceso de renovación de la flota pesquera y el crucero ultrapremium que Hijos de J. Barreras construirá para The Ritz-Carlton Yacht Collection han eliminado el penúltimo vestigio de la crisis del tax lease. El que permanecía en las estadísticas; el que alejaba a la industria naval gallega del liderazgo del sector en España; el que reflejaba que País Vasco o Asturias (se han alternado la primera posición en los últimos años) tenían más volumen de actividad que los astilleros de la Ría de Vigo y Marín. Pero la industria gallega ha mantenido el trono en índice de actividad ponderada y en la dimensión de los nuevos contratos y duplica hasta junio la cifra de pedidos conseguida en el primer semestre del año pasado. Solo el buque encargado por la hotelera americana asciende a 43.217 CGT (toneladas de registro compensadas), equivalente a más del doble de las 18.200 toneladas CGT firmadas por los astilleros asturianos hasta junio.
El índice de actividad ponderada contabiliza las botaduras, puestas de quilla y entregas de buques, que son los hitos que reflejan el verdadero volumen de actividad de esta industria. Según la información del Ministerio de Industria, la última vez que el naval gallego estuvo a la cabeza en este indicador era diciembre de 2011: acababa de liquidarse MCíes y seguían en pie Factoría Naval de Marín, Factorías Juliana y Astilleros de Sevilla. En el primer semestre del año en curso Galicia acumuló el 38% de la actividad del sector en toda España, tres puntos más que País Vasco (en el primer trimestre era líder con un 48%) y holgadamente por encima de Asturias (27%). Freire Shipyards, Nodosa y Armón Vigo fueron los artífices del vuelco en favor de Galicia en actividad productiva; Barreras hizo lo propio en la contractual.
Entre enero y junio el astillero vigués Freire fue el más activo en producción por la entrega del BAP Carrasco para la Marina de Guerra de Perú y las puestas de quilla de dos pesqueros (para Groenlandia) y un oceanográfico (Arabia Saudí). Nodosa realizó dos puestas de quilla, otras tantas botaduras y tres entregas, aunque en conjunto la cifra de toneladas CGT fue inferior por la dimensión del barco peruano. Armón Vigo ocupó el tercer puesto: entregó uno de los maciceros encargados por Albacora para las Seychelles e inició la construcción de tres pesqueros.
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Porque la renovación de la flota de pesca de altura y gran altura ha sido el principal espolón para la industria naval del área de Vigo. De los ocho contratos firmados en el primer semestre, cinco fueron pesqueros. Armón Vigo realizó la puesta de quilla de uno, el palangrero para la compañía coruñesa Celexus (Pombo), y los cuatro restantes se los adjudicó Nodosa. Pescanova, la mayor compañía del sector en España, destinará 42,5 millones de euros a la construcción de marisqueros para Mozambique y dos arrastreros para Namibia. Al menos tres astilleros gallegos (Armón Vigo, Freire y Nodosa) aspiran a participar de lo que será un hito para la compañía de Chapela, que no ha estrenado un barco desde 1987. De la cartera total de pedidos (el Ministerio no refleja la producción de astilleros más pequeños como Xunqueira o Ulla), que asciende a 24, la mitad son para faenar.
Con todo la ratio de actividad de la industria está aun lejos de los niveles precrisis, tanto porque la recuperación es incipiente como por la pérdida del negocio offshore, con buques de grandes dimensiones, por la depreciación del petróleo. En 2007, por ejemplo, el conjunto del sector en España sumaba una cartera de pedidos por un millón de CGT, el doble que en la actualidad.
