La economía española aceleró su crecimiento en una décima, hasta el 0,9% trimestral entre los meses de abril y junio, según adelantó ayer por el Banco de España. Con este dato el PIB español amplía a 15 el número de trimestres consecutivos en terreno positivo. La variación anual del PIB entre abril y junio fue del 3,1%, una décima por encima de la contabilizada en el trimestre anterior.

Para el supervisor bancario, el mayor vigor mostrado por el consumo de las familias durante la primavera ha favorecido esta ligera aceleración del crecimiento de la economía.

La entidad atribuye esta mejora a la continuada creación de empleo (del 2,8% en los últimos doce meses) y al mantenimiento de unas condiciones financieras favorables, que favorecieron a su vez el incremento del consumo. El crecimiento de la economía parece haberse traducido íntegramente en generación de empleo, ya que el Banco de España estima que la creación de puestos de trabajo ha aumentado un 0,9 %, frente al 0,7 % del trimestre anterior, un pronóstico que se basa en el mayor dinamismo mostrado por las afiliaciones a la Seguridad Social.

Dentro también de la demanda interna, el supervisor destaca la fortaleza de la inversión empresarial, aunque con una moderación de la destinada a bienes de equipo tras el fuerte avance registrado en el primer trimestre. En el lado contrario, el Banco de España apunta una aceleración en la construcción.

Por el lado de la demanda externa (exportaciones e importaciones), la entidad apunta a una ligera desaceleración de los flujos de comercio de bienes en la que podría haber influido la huelga de los estibadores, aunque la contribución del sector exterior a la economía se mantendría en positivo y habría aportado una décima de crecimiento en el segundo trimestre.