El grupo textil fundado por Amancio Ortega sostiene que una de sus prioridades es "contribuir al bienestar comunitario y al desarrollo de la sociedad", para lo que la compañía se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo de la ONU. Sólo en 2016, las acciones impulsadas por Inditex beneficiaron a más de 1,1 millones de personas en todo el mundo, una cifra que supera los siete millones de personas desde 2011. El año con el mayor número de beneficiarios fue 2014, con 2,77 millones, coincidiendo con la crisis del Ébola.

La multinacional gallega participó el año pasado en varios proyectos de ayuda humanitaria, como el desarrollado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kilis (Turquía), que permitió atender a más de 43.000 refugiados sirios, o el apoyo a la unidad de emergencias de MSF, con actividad en España, República Democrática del Congo y República Centroafricana, que permitió atender a más de 252.000 personas. A estas acciones se suman las puntuales por catástrofes como los terremotos de Italia (con 2.200 personas atendidas) o Ecuador (1.000).

Otro proyecto con gran número de beneficiarios es el desarrollado en colaboración con Water.org para facilitar el acceso a agua potable en Bangladesh y Camboya, que llegó a 12.600 personas.